Fuente:Latercera.com
Escuchar, reconocer al otro como válido y aprender de los diálogos mapuches son algunas de las ideas planteadas por los expertos en mediación Alfredo Zamudio, Josefina Maturana, Rodrigo Araya y Rosa María Olave.
Alfredo Zamudio tiene un lema simple y expresivo: “El diálogo es para valientes”. Como exdelegado del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), participó en numerosas experiencias de diálogo en zonas de conflicto de Colombia a Sudán. Y tiene algunas certezas. Una de ellas es que para participar de un diálogo en la comunidad se requiere valor, “porque hay que atreverse a pensar que tal vez cambies de opinión.
Tenemos que pensar fuera de la caja, ir a conversar donde nunca se ha ido, entender cómo vive y cómo siente la otra persona”.
Nacido en Chile y radicado en Noruega, Zamudio es director del Centro Nansen para la Paz y el Diálogo. A través de él participó en más de 30 conversaciones en el país, entre estudiantes, gobierno y sector privado. “Durante los momentos más álgidos, con la temperatura muy alta, no fue fácil, pero después de un tiempo la temperatura bajó, porque se dieron cuenta de que querían seguir escuchándose. Vimos que había mucho descontento, pero también constatamos que estaban las ganas de hacer algo distinto. La Convención Constitucional es un tesoro cívico que permite la transformación de Chile”, afirma.
Especialista en mediación, Zamudio valora el proceso histórico que enfrenta el país y piensa que su éxito depende de un verbo esencial: escuchar. “Un proceso constituyente es un camino para lograr los cambios fundamentales que se necesitan. ¿Pero cómo construir los espacios que permitan escucharse? Hay que reconocer que las personas son más que sus demandas: tienen historias y personalidades que los han traído hasta ese espacio, y tienen en común el desafío de hacer escuchar su voz”. La Convención Constitucional estará integrada por 155 personas que expresan una gran diversidad social, política, étnica, de género. ¿ Cómo facilitar el diálogo? De acuerdo con su experiencia, “cuando hay situaciones difíciles, debido a conflictos o diferencias que han durado mucho tiempo, además de las desconfianzas, hay también otras emociones, como el miedo o la rabia. Si no las escuchamos, es muy difícil entender el porqué de nuestras diferencias”. Agrega: “Tratar de convivir desde las diferencias es un punto a favor para iniciar el camino de la reconstrucción de las confianzas…
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