Fuente: Revista Ya
L a dopamina. Siempre la dopamina. Cada vez que se busca una explicación a conductas adictivas o que al menos rozan la adicción, esta hormona está presente. Mal que mal, es la sustancia que define nuestro circuito interno de recompensa y satisfacción luego de una conducta que lo activa, por lo que cumple un rol clave en la toma de decisiones. Es gracias a esta hormona que nos invade una sensación de paz y alegría interna cada vez que, por ejemplo, saboreamos un plato bien preparado o abrimos la billetera y compramos. Sí, compramos. Especialmente cuando se trata de algo que nos dará un boost de autoestima, como la ropa.
La doctora Carolyn Mair, psicóloga, profundiza sobre este fenómeno en su libro “The Psychology of Fashion”. Ahí advierte que nos cuesta mucho resistirnos al impulso de comprar nuevas prendas, las necesitemos o no, y sin importar qué tan atiborrado esté nuestro clóset. ¿Por qué? Porque comprar nos da placer. Este simple acto, en especial cuando se trata de gangas u ofertas, genera una sensación de euforia –“subidón”, le dicen también-por efecto de la dopamina. Y cuando esa sensación pasa… vuelven las ganas de adquirir algo más. Pero este fenómeno, humano y ciertamente global, parece estar exacerbado en nuestro país.
Según información dada a conocer por el Ministerio del Medio Ambiente, Chile es el país de la región donde más ropa se compra. ¿Qué dicen sus datos? Que en las últimas dos décadas la compra de vestuario ha aumentado un 233%, cifra más alta que la de cualquier otro país de América Latina. Y si en 2015 se compraba en Chile un promedio de 13 prendas anuales, para 2020 la cifra ya había llegado a 50: casi cuatro veces más en cinco años. Claramente, lo que se. ¿Por qué se compra tanta ropa en Chile? adquiere suple con creces la necesitad primaria de vestirse. Estos datos, como apuntó en una columna de opinión la seremi del Medio Ambiente de la Región Metropolitana, Sonia Reyes Packe, revelan que hay en Chile “sobreproducción y sobreconsumo” sobreconsumo” de vestuario y calzado.
Hay personas para las cuales la ropa tiene un fin principalmente utilitario, pero para la mayoría va asociada a una búsqueda de estatus y a la identificación con ciertos grupos a los que se quiere quiere pertenecer, o bien diferenciarse de ellos comenta Rodrigo Guesalaga, ingeniero comercial, profesor de márketing en la Universidad Alberto Hurtado y PhD en márketing por la Emory University (EE.UU. ).