Por Tamara Guzmán, Estudiante Pedagogía en Matemática UAH
A pesar de la sorpresa que ha sido la virtualidad en pandemia, quise hacer algo positivo y provechoso para mi aprendizaje como estudiante de pedagogía en matemática. Por ello, intenté participar en todas las oportunidades que se dieran por parte de la universidad y, entre muchas, nació el intercambio virtual que ofrece la Dirección de Cooperación Internacional.
Comenzó como un correo, la curiosidad de saber en qué consistiría este intercambio, si cumplía con los requisitos para poder participar, saber fechas, qué papeles necesitaba. Eran demasiadas preguntas y la respuesta estaba a un correo de distancia, así que simplemente lo envié.
La respuesta llegó más rápido de lo que esperaba y traía buenas noticias. Podía participar, solo necesitaba unos papeles y cartas. En enero tuve mi primera reunión con el equipo directivo de Universidad del Valle de Atemajac, México. Nos dieron una bienvenida muy tierna, entre saludos y explicaciones sobre su sistema educativo, cómo trabajan, cómo eran las clases, las evaluaciones, fue un poco de todo. Nos agregaron a un grupo de WhatsApp y nos dijeron que las clases comenzaban el sábado de esa misma semana.
Llegaron las clases, comenzamos con las presentaciones, contar algunas cosas sobre nosotros. Todo fue muy sencillo. A medida que pasaba el tiempo, me di cuenta de que todo era diferente. Como estudiantes teníamos que hacernos cargo de nuestro aprendizaje, buscar información, opinar, a veces nos tocaba hacer la clase y la profesora solo nos corregía o complementaba con información extra. Tuve que hacer presentaciones sobre contenido, entregar resúmenes clase a clase, cosas que normalmente no hacía y que ahora me han ayudado al momento de estudiar.
En mi clase habían alrededor de 20 participantes. Lo más divertido, era cuando queríamos participar. Todos interveníamos, dábamos nuestra opinión en todo momento y hacíamos muchas preguntas. La clase se hacía muy rápida, entretenida y aprendías más de lo que yo creía.
Este intercambio virtual me dejó muchas cosas positivas. No solamente para mis clases de ahora, sino también para mi práctica laboral como futura profesora. Sin duda, los distintos puntos de vista que conocí y todo el nuevo conocimiento me gustaría implementarlo con mis futuros estudiantes. Les dejo una invitación a explorar y aprovechar todas las oportunidades que se nos dan gracias a la virtualidad.