Por Carmen Sepúlveda
Cursa segundo año de derecho en la UAH y lideró como coordinador de alianzas la campaña “Escazú Ahora Chile”, tratado pionero que busca garantizar el acceso a la información, a la participación ciudadana y a la Justicia en asuntos ambientales. “La mayoría de los candidatos que estaban disputando el sillón presidencial, se comprometieron a firmar el Acuerdo de Escazú en su primera semana de gobierno”, señala.
Su interés por el cuidado medioambiental nace desde muy pequeño, pero se fortaleció con la imagen de la activista sueca Greta Thumberg, que puso el tema a nivel global usando uno de los argumentos más potentes del momento: hablar de crisis climática era hablar de Derechos Humanos. Mensaje que llegó a miles de adolescentes a nivel mundial y que también hizo eco en nuestro país. Uno de los jóvenes que conectó fue Joaquín Salinas, que busco instancias de participación para actuar en nuestro país y hacer conciencia del calentamiento global. “Es momento de que nuestros representantes hagan lo mismo que los jóvenes de todo el mundo. Amar, respetar y cuidar nuestro planeta. Es hora de actuar”, señaló este joven en el sitio Voices of Youth de la Unicef. Buscando maneras de generar los cambios se sumó al equipo de la campaña ciudadana “Escazú Ahora Chile” que defendió por tres años hasta el lograr que nuestro país finalmente firmara el acuerdo.
Aquí, Joaquín Salinas cuenta cómo se gestó la firma del presidente y qué se viene ahora en el diálogo con nuestros representantes para cumplir a cabalidad con este acuerdo reconocido como uno de los más importantes del siglo.
¿Qué significó para ustedes que el presidente Gabriel Boric haya firmado el acuerdo en el primer mes de instalarse en La Moneda? –
“En primera instancia, la firma de este acuerdo significó un triunfo para la ciudadanía y los movimientos sociales que bajo la Campaña Ciudadana Escazú Ahora Chile, demandaron por más de tres años que nuestro país fuera parte de este importante tratado. Pero también es importante mencionar que se trató de un compromiso previo que tenía durante la campaña, porque la mayoría de los candidatos que estaban disputando el sillón presidencial, se comprometieron a firmar el Acuerdo de Escazú en su primera semana de gobierno en caso de que llegaran a La Moneda. Además, es una señal favorable para el país y el resto de los países de la región, ya que demuestra un compromiso con los derechos de acceso y con la protección de las personas defensoras de Derechos Humanos en asuntos ambientales”.
Sabemos que el cambio climático es la pandemia del mundo actual, pero: ¿Cómo hacer de esta lucha un hábito diario?
“Si bien los hábitos diarios pueden ser un aporte desde la concientización, no son la única solución a la crisis climática. No debemos dar la responsabilidad total de esta crisis a las personas, debemos entender que el impacto que generamos en nuestro diario vivir es menor al de grandes empresas multinacionales y del sistema extractivista en el cual vivimos. Pero es un gran aporte hacer de esta lucha un hábito diario, ya que mientras más personas hacen algo, más impacto positivo tiene. Por lo mismo, es importante informarse, ser conscientes de nuestro propio estilo de vida, entender que cada cosa que hacemos tiene un impacto, pero más importante aún, ser agentes de cambio, invitando a los demás a ser parte del cambio”.
¿Cómo han aportado tus profesores en documentar esta campaña y en la conversación con los políticos?
“Los profesores de la Facultad de Derecho han aportado con consejos e incluso en revisión de material. El apoyo ha sido importante para conocer cómo se relaciona el mundo del derecho con el mundo del ambientalismo, ya que es una herramienta que se necesita para combatir la crisis climática es la generación de políticas públicas. Además, han ayudado a reforzar la idea de que la crisis climática está directamente relacionada a los Derechos Humanos”.
¿Qué viene ahora después que Chile firmó el acuerdo?
“¿Cómo se va a llamar la organización Escazú Ahora Chile? fue una de las preguntas que me hizo el presidente Gabriel Boric en el panel Futuro Común del II Congreso Jóvenes Futuro, pregunta que apunta directo al desafío que tiene Chile con el Acuerdo de Escazú. La respuesta fue que, si bien Chile ya es parte del tratado, esto no significa más que un decir “ya estamos dentro”, sino que es un compromiso con su implementación efectiva dentro de nuestro país. El acuerdo establece que luego de 90 días de haber sido ratificado por un país, este recién ahí entrará en vigencia, lo que significa que el acuerdo recién en septiembre estará vigente y también implica que desde ya el estado debe generar políticas que implementen y fortalezcan la institucionalidad ambiental de nuestro país”.
Con todo, Joaquín mantiene en alto su bandera de lucha, una que va mucho más allá del aporte de las acciones individuales, y que busca un mañana más sustentable y sostenible para todas y todos.