Una gran convocatoria -más de 150 directivos, docentes y estudiantes- tuvo el Seminario “Inclusión social en las escuelas: estudio de prácticas pedagógicas inclusivas y proyecciones para enfrentar un escenario sin copago y selección escolar”, que la Facultad de Educación de la Universidad Alberto Hurtado realizó el pasado 29 de junio. En el encuentro se presentaron los resultados de un proyecto del Fondo de Investigación y Desarrollo en Educación (FONIDE) que, durante 2015, abordó el proceso de implementación de la Ley de Inclusión en 8 escuelas chilenas que adelantaron el escenario de inclusión.
La presentación estuvo a cargo de María Teresa Rojas, académica y Directora del Doctorado en Educación, quien detalló las implicancias de este estudio cualitativo cuyo objetivo fue levantar recomendaciones de política pública para proyectar un trabajo pedagógico inclusivo social, educativo y cultural en el sistema escolar chileno. Para la investigación se entrevistó a sostenedores, directivos, profesores y apoderados de escuelas de la V, VIII y IX región, además de la Región Metropolitana, lo que permitió analizar la cultura escolar de cada establecimiento, sus incipientes políticas de inclusión y los impactos en las prácticas de sus comunidades educativas. En la elección de las escuelas primó el criterio de heterogeneidad social y cultural, y que tuvieran incorporada alguna normativa que favoreciera la inclusión. “No hay inclusión si no hay encuentros de distintos niveles socioculturales. Esta ley modifica las barreras de entrada a las escuelas, pero no altera la segregación social”, comentó Rojas en su análisis, además de señalar la necesidad de instalar que la inclusión es un derecho social y que se hace real en la medida que considere a los otros.
El encuentro contó con la presentación introductoria de Alejandra Falabella, coinvestigadora del estudio, y Catalina Opazo, División de Educación general, MINEDUC, quien agradeció la pertinencia y relevancia de este estudio que mira los efectos de la ley de inclusión y aporta con la motivación y propósito de las instituciones que han dado sus primeros pasos en este nuevo proceso. “Muestra el desafío de reaprender a ser escuela y a ser comunidad educativa que valore la mixtura. La inclusión no es simplemente más heterogeneidad, es un proceso más complejo donde se debe pensar un sistema educativo desde otra perspectiva”, agregó Opazo.
En el seminario también participaron Carolina Stefoni, Académica de Sociología, Universidad Alberto Hurtado; Carolina Rojas, Académica de Plataforma Interdisciplinaria de Investigación NDE normalidad, Diferencia y Educación, Universidad Católica; y Rodrigo Villalobos, Director, de Colegio Mercedes Marín del Solar de Providencia, quienes comentaron la investigación.
Entre los resultados que arrojó el proyecto se deja en evidencia que las comunidades no son indiferentes al debate de la inclusión, pero aún subsisten muchos obstáculos objetivos y subjetivos para proyectar una política de enseñanza que tenga como horizonte la inclusión social. En el caso de las escuelas que eliminaron los procesos de selección, sus comunidades argumentan que es deseable y justo construir escuelas más inclusivas, pero que el temor a debilitar sus resultados académicos en el SIMCE es parte de una tensión cotidiana que deben enfrentar”, explicó María Teresa Rojas.