Carolina Stefoni, directora del Departamento de Sociología de la UAH; Miguel Yaksic S.J. y José Miguel Insulza, ex secretario general de la OEA
El año 2013, un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU), reveló que la cifra mundial de migrantes ascendía a más de 231 millones, siendo Estados Unidos, Europa y el Golfo Pérsico los lugares de mayor atracción. En cuanto a Sudamérica, Chile se convirtió en el país donde más creció el número de migrantes entre 1990 y 2013.
Hoy, dos años después la realidad no es muy diferente y Chile sigue manteniéndose entre los países con mayor cantidad de migrantes en el continente, alcanzando un número cercano al medio millón de personas. ¿Cómo acoge Chile a sus migrantes?
En el Auditorio Pedro Arrupe de la Oficina de Planificación de la Provincia chilena de la Compañía de Jesús se realizó el lanzamiento del libro “Migración en Arica y Parinacota: panoramas y tendencias de una región fronteriza”, editado por José Tomás Vicuña S.J. y Tomás Rojas. En la presentación comentaron la obra el ex Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza; en conjunto con la Directora del Departamento de Sociología de la Universidad Alberto Hurtado, Carolina Stefoni.
Sobre lo que viene aconteciendo en Chile en los últimos 10 años en temas migratorios, Insulza afirmó que “los números son variables, pero el porcentaje es ciertamente parecido”. Además, el ex ministro señaló que si bien las cifras crecen, esto tiene que ver directamente con el crecimiento de la población mundial.
En cuanto a las cualidades del fenómeno, Insulza fue claro en declarar que “el trasfondo es generalmente económico, político o religioso. Todas estas variables históricamente han dado origen a los grandes procesos de migración”.
Sin embargo, el ex Secretario General de la OEA admitió que hoy en día el fenómeno se toma mucho más cuenta, denominándolo como “un tema de Gobierno”, pero que pese a esto las políticas migratorias en Chile son ineficientes.
En tanto, la directora de Sociología UAH, Carolina Stefoni, señaló que el principal desafío a nivel país “es la creación de una política nacional de migración, lo que permitiría generar procesos de regularización más automáticos”.
En paralelo, la académica señaló que es fundamental que las regiones tengan cierta autonomía para resolver las problemáticas con respecto a migración, atendiéndolas de maneras diferenciadas, “por ejemplo, el caso de un migrante que trabaja en la agricultura, es diferente al de uno con trabajo doméstico aquí en la ciudad. Entonces el desafío está en atender las especificidades de las regiones y generar una política marco a nivel nacional donde estén resguardados los derechos de las personas”, finalizó la académica.