La conmemoración de los 50 años del golpe de Estado no ha estado ajeno a duros emplazamientos en el mundo político, tanto al interior de las almas oficialistas como en la oposición. Uno de esos debates ha puesto sobre la mesa la idea de establecer una verdad, casi unívoca, de lo que ocurrió antes, durante y después del 11 de septiembre de 1973.
Daniel Palma, historiador y académico de la Universidad Alberto Hurtado, plantea que es “legítimo” que existan discrepancias e interpretaciones diferentes sobre los factores que llevaron al país “a la encrucijada de ese fatídico 11 de septiembre o las implicancias que éste tuvo en los años y décadas siguientes”.
“Muy distinto es negar hechos históricos acreditados como, por ejemplo, que el gobierno de Allende fue electo por mayoría y de manera democrática; que las elecciones parlamentarias de marzo de 1973 representaron un aumento en el apoyo a la Unidad Popular; que existía un mecanismo por el cual se podía dar término anticipado al gobierno, pero que la oposición no reunió los votos necesarios para ello; o que hubo intentos previos de romper la institucionalidad vigente como el ‘tanquetazo’ del 29 de junio de 1973”, comenta Daniel Palma, académico e investigador del Departamento de Historia.
“Sorprende que en Chile persisten sectores reacios a considerar, y menos reflexionar, en torno a la abrumadora evidencia histórica sobre lo acontecido en el país. En particular, duele observar que se ofrezca tribuna a quienes justifican a viva voz y con argumentos de dudosa consistencia, la ruptura violenta de la institucionalidad democrática, más aun sabiéndose que Allende convocaría el mismo día 11 a un plebiscito sobre la continuidad de su gobierno“, cerró.