Fuente: El Mostrador.cl
La vejez ha tomado protagonismo en nuestro país, en el ámbito público, en el académico y en la sociedad civil. El ámbito público, encabezado por el Servicio Nacional de Adultos Mayores (SENAMA), ha experimentado un avance y posicionamiento central en las políticas sociales. Dichos avances se orientan a promover una vejez con calidad de vida y con una mirada interdisciplinaria, intersectorial y multidimensional. En el ámbito académico, cada año hay más profesores universitarios que se especializan en termas de envejecimiento y publican artículos científicos, libros, manuales, lideran proyectos y forman a profesionales de diversas áreas para afrontar esta nueva estructura demográfica en Chile. En tanto, en la sociedad civil se observan diversas iniciativas para visibilizar las diversas formas de envejecer y, especialmente, hacer frente a las desiguales y discriminaciones que experimentan las personas mayores.
Frente a estos avances y protagonismo de las personas mayores: ¿Cómo se concibe la vejez en Chile? ¿Es la vejez una experiencia homogénea para todas las personas mayores? ¿Cómo abordamos el envejecimiento en las minorías étnicas en Chile? Lamentablemente, en Chile, la vejez aún suele ser concebida como una etapa negativa, patológica y de vulnerabilidad, ya sea por la comorbilidad, el deterior físico y cognitivo, por la pérdida del poder adquisitivo, y lo ciertamente curioso es que esta experiencia vital también se concibe como una experiencia homogénea. Al respecto, las políticas sociales en el país no han avanzado hacia modelos no homogeneizadores de la vejez y esto se aplica a las diversas esferas de la interseccionalidad: género, edad, etnia, territorio, etc. Queda por avanzar hacia políticas con pertinencia étnica que incorporen la diversidad como un eje central…
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