Fuente: Cooperativa
Al comenzar el año con fuegos artificiales, abrazos y grandes festejos, muy pocas personas pensaron que este 2024 sería un año tan complicado y con tantas tragedias; pero lo ha sido (y lo será). No soy una persona negativa, por el contrario, creo que hay que hacer mucho para mejorar y eso es lo que hay que hacer: trabajar para que no se descarrilen las cosas. Bajo esta premisa y la lectura del libro “Más allá del orden”1 se centrará mi reflexión.
El Festival de Viña del Mar siempre es el principio del final del verano en todo Chile. Pero en esta ocasión, el verano nos ha dejado huellas muy profundas en la propia Región de Valparaíso, por lo cual deberíamos prever un invierno complicado para las familias afectadas por los incendios y, también, para la reconstrucción. Pero no solo termina el verano, también la temporada de incendios, lo que hace que las unidades de catástrofes (estatales) se refugien en el olvido, hasta una próxima catástrofe. La pregunta es: ¿Estamos coordinados, como sociedad, para enfrentar una catástrofe? ¿Somos preventivos como sociedad?
La respuesta es que nos falta educación, establecer metas claras y menos pereza. Esto se observa desde el no limpiar terrenos de pastizales hasta no sacar las hojas de las canaletas. Si esto es en mi casa, solo me afecta a mí y mi entorno; pero si la sociedad y el Estado son los que se comportan con esta desidia, nos daña a todos y trae pérdidas humanas. Necesitamos orden y disciplina.
Creo que somos una sociedad resiliente; un país que ha sufrido 2 de los 3 terremotos más grandes del mundo y tenemos un listado de tragedias de las cuales hemos salido adelante. Pero, además, tenemos un rasgo de conformismo que nos destaca. ¿Debemos cambiar y en qué?
Un ejemplo de nuestro fracaso es la pérdida de características muy normales en la sociedad chilena más antigua: las palabras “orden y disciplina” hoy son aborrecidas y muchas veces ninguneadas, sin contar que los países desarrollados se basan en esas dos características. Ejemplos emblemáticos de orden y disciplina se observan en el deporte, la ciencia y en la música, pero al parecer existe una sociedad que confunde la disciplina y el orden con opresión y sometimiento o, peor aún, se conforma con un corazón en las redes sociales. Es posible que como sociedad hayamos caído en una esquizofrenia colectiva y hayamos reemplazado las características de la sociedad chilena por creencias delirantes, prefiriendo aislarnos en nuestros propios grupos de redes sociales con los cuales nos sentimos cómodos. Para soñar una sociedad hay que establecer una idea de la misma y con trabajo, orden y disciplina buscarlo.
Otra característica es el delirio de persecución de la sociedad; síntoma que se observa en muchas personas, donde pese a observar estudios y datos estadísticos, las personas optan por un negacionismo inentendible. Esta característica es muy propia de quienes que no reflexionan, extendiendo mentiras y logrando pérdidas de oportunidades por no escuchar o simplemente tirar la basura bajo la alfombra. Muy por el contrario, la crítica (cuando es bien intencionada) debe ser observada como una oportunidad de mejorar.
El fallecimiento de muchos chilenos en la Región de Valparaíso nos debe llevar a reflexionar, no solamente en la tragedia y el apoyo a los afectados; además, debemos encontrar una mentalidad proactiva en busca de riesgos, que nos permita dirigir los recursos financieros y humanos a desarrollar lugares más armónicos con el entorno y que evite construir en lugares de riesgo. ¿No será necesario crear una cultura menos esquizofrénica y más proactiva, que tenga en sus bases el orden y disciplina?
(1) Peterson, Jordan B., “Más allá del orden. 12 nuevas reglas para vivir”, 2021.
Humberto Borges, director del Diplomado en Gestión Tributaria de la Facultad de Economía y Negocios UAH. Presidente CAPIC 2023-2026.