Fuente: opinion.cooperativa.cl
En las últimas semanas las primarias o consultas presidenciales de las tres principales alianzas políticas dejaron varias propuestas tributarias. Todas las propuestas tienen un mínimo común: financiar la pandemia y los nuevos derechos sociales. Las principales propuestas tributarias fueron impuesto al patrimonio, royalty minero, normas generales anti elusión, desintegración del sistema tributario, IVA diferenciado, impuesto verdes y eliminar o modificar las exenciones.
Pero las propuestas no deben sólo sustentarse en la recaudación y deben ser creadas sobre la base de una idea de país. Por ejemplo, el actual sistema tributario respalda a las empresas extractivistas y la recaudación mediante el impuesto más regresivos de todos: el IVA.
Se observa en la mayor recaudación estimada por propuestas, en 3 puntos del PIB (centro-derecha), entre 5 y 6 puntos del PIB (centro-izquierda), y entre 8 y 8,5% puntos del PIB (izquierda), como si se buscara -por un lado- realizar sólo cambios superficiales y -por el otro- cambiar y cobrar por todo.
Respecto al impuesto al patrimonio, la idea es afectar a los que tienen más riqueza, pero siempre que no afecte a la clase media y al ahorro, además, la recaudación es baja, cercana a US$ 1.500 millones. En este caso, es mejor buscar eliminar las exenciones tributarias que producen esta acumulación.
Las normas generales anti elusión, medidas que son importantes, deben contar con castigos relevantes a los infractores. Además, se debe modificar el rol del director nacional del SII y su facultad de querellarse por delitos tributarios, evitando impunidad como en las cuestionadas actuaciones frente a casos relevantes, donde el servicio no se querelló.
Respecto de IVA diferenciado, impuestos verdes y modificar las exenciones, recordemos que estas tres medidas, bien aplicadas, modificarían la industria y cultura nacional. Por ejemplo, el IVA diferenciado con tasa más baja sobre alimentos saludables ayudaría a la salud de la población y disminuiría lo regresivo del IVA.
Los impuestos verdes restringirían industrias contaminantes. Por último, modificar las exenciones enfocadas a rentas presuntas y restringir el DFL2 afectaría a las industrias del transporte, agrícola e inmobiliaria, pero recaudaría sobre aquellos beneficiados por las exenciones. Todo lo anterior, establecería un sistema tributario para un país ecológico, con una visión de salud, fortaleciendo la redistribución y con justicia tributaria.