Fuente: Latercera.com
Señor Director:
El nuevo Plan de Evaluaciones 2021-2026 propuesto por el Ministerio de Educación plantea que este año se aplicaría el Simce para 4° básico y 2° medio, en la medida que la situación sanitaria lo permitiera.
Este anuncio resulta en una total desconexión con las urgencias y prioridades de las escuelas en el actual contexto, a lo que se suman los problemas de validez de una medición en estas circunstancias.
En un escenario en el que expertos y comunidades han levantado la prioridad del bienestar, la salud y la vida del estudiantado y sus familias, se insiste en realizar una medición que, como ya ha demostrado la investigación de la última década, incluso en condiciones normales, genera agobio, reducción del currículum, empobrecimiento de la experiencia pedagógica, así como estigmatización para con los establecimientos que trabajan en contextos de mayor pobreza.
Este plan, además, vuelve a aumentar a 11 exámenes Simce anuales y repone el cuestionado Simce de 2° básico. Esta decisión resulta un retroceso, pues se ignora el extenso debate que se produjo durante los años 2013 y 2014, y el proceso de consulta a expertos que llevó a que, en 2015, se disminuyera el número de pruebas y se eliminara el examen a niños/as de 2° básico.
En estos momentos de crisis, resulta necesario suspender la aplicación del Simce y la evaluación docente, y concentrar los recursos en apoyar los procesos pedagógicos de acuerdo a las necesidades de cada establecimiento; y en un largo plazo, efectuar una revisión profunda a las políticas de evaluación nacional.
Alejandra Falabella, UAH
M. Teresa Flórez, U. de Chile
Renato Gazmuri, UDP
Patricia Guerrero, PUC
Verónica López, PUCV
Gonzalo Oyarzún, U. Finis Terrae