Fuente: La Tercera.com
Apenas sonó el despertador, Isabel Parra se levantó. Era la mañana del martes 11 de septiembre y la cantautora debía salir temprano. En su casa de Ñuñoa esperaba a Víctor Jara, quien debía pasar a buscarla en su renoleta blanca para dirigirse a la Universidad Técnica del Estado. “Me había invitado a cantar en el acto que se iba a hacer ahí -dice a Culto-. Él quería que todos los de la Nueva Canción Chilena fuéramos a trabajar en la Técnica y ese iba a ser mi debut. En esos años compartimos mucho con Víctor, así que le dije que sí”.
Pasaron las horas y Jara no llegaba. Preocupada, Isabel comenzó a notar que algo sucedía en la ciudad. “Llega la señora que trabajaba en mi casa y me dice ‘señora, no hay pan, están los pacos en la panadería’. Ahí empezó el drama. Me enteré que Víctor ya se había ido a la Técnica y decidí no ir, porque deduje que no iba a haber ningún acto. Entonces me fui al centro, a la sede de las JJCC, donde militaba. Ahí me encontré con Jorge Muñoz, el marido de Gladys Marín, que era muy amigo mío. Me dijo ‘¿qué estás haciendo aquí?’”.
Con el paso de los días, Isabel vio como una época se terminaba. En cosa de días pasó por la detención de su hermano Ángel, el asesinato de Víctor Jara, el asilo en la embajada de Venezuela y allí, el exilio…
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