Fuente: EL Mostrador
World Justice Project publicó recientemente el Índice Global de Estado de derecho 2024, la principal medición internacional sobre la calidad del Estado de derecho en el mundo. Su metodología se basa en encuestas a expertos y hogares, en 142 países, y los resultados en este último ranking no son alentadores para Chile.
En los primeros 25 años de transición, la sociedad chilena robusteció y modernizó sus instituciones públicas como nunca antes, constituyéndose en un referente mundial en diversos ámbitos. Por ejemplo, la reforma procesal penal, la Academia Judicial, el sistema de compras públicas o el Consejo para la Transparencia son algunas de las iniciativas consultadas por expertos extranjeros y evaluadas como buenas prácticas. Eso explica por qué en 2015 Chile se encontraba en el puesto 26 del Índice, a la par con España, Portugal, Italia o Uruguay.
En menos de una década el país descendió al lugar 36, situándose en el cuarto puesto en América Latina, tras Uruguay, Costa Rica y ahora Barbados. La tendencia es clara: las percepciones ciudadanas respecto del funcionamiento del Estado de derecho en Chile son cada año peores. En consideración de los graves antecedentes y escándalos respecto de los cuales ha tomado conocimiento la opinión pública en el último mes, es muy probable que el país retroceda aún más puestos en las próximas mediciones.