Fuente: Revista Mensaje
Los jóvenes votan por primera vez en octubre en elecciones locales y regionales con voto obligatorio real, cuestión que solo pasó en los plebiscitos constituyentes de 2022-2023. Con ello, la política se les vuelve una decisión inescapable. La principal decisión es ser ciudadano protagonista u objeto de la política.
Pero esto se da en un contexto preocupante de descreimiento juvenil en la democracia, una tendencia que se está manifestando en Europa y también Sudamérica. “Para buena parte de los jóvenes la política no tiene capacidad para cambiar las cosas, para mejorar sus vidas o para posibilitarles un futuro mejor”.
Democracia en temporada fuera de serie para ciudadanos pasivos
En la vía pasiva, la temporada uno trajo un estallido social en octubre de 2019 que sometió a la democracia chilena a la mayor de sus tensiones después del fin de la dictadura. Estaciones de Metro quemadas sin responsables conocidos. La clase política ofreció entregar la Constitución en vez de cambios sociales profundos.
La temporada dos se abrió con la distopía del Covid-19, que cambió la incertidumbre política por el encierro. Y el miedo creció con el aumento de estadísticas infaustas de muertos, de camas UTI, de esfuerzos sanitarios encomiables, de leyes excepcionales para todo y de una vida bajo permisos estatales. En medio, una abrumadora mayoría decidió cambiar la Constitución.