Fuente: Radio Bío bío
A mitad de esta semana, se produjo un grave incidente al interior del Internado Nacional Barros Arana (INBA), en que tras un amago de incendio, 35 estudiantes resultaron con quemaduras.
El inicio de esta situación fue en uno de los baños del establecimiento, en donde alumnos con overoles blancos mantenían elementos incendiarios, preparándose para realizar una manifestación.
En torno a este complejo tema y el debate con respecto a Aula Segura, en el “Podría Ser Peor” conversamos con la psicóloga Genevy Moreno, quien es directora del departamento de pedagogía inicial y básica de la Universidad Alberto Hurtado (UAH).
La psicóloga explicó que “hay que integrar aspectos, porque aquí hay varios factores asociados. El Aula Segura compromete protección a las víctimas y se pone énfasis en ello, pero esas garantías finalmente no siempre se dan de la mejor manera, los acompañamientos tienen que ser efectivos. De lo contrario nos quedamos en una penalización y lo formativo va quedando bien de lado”.
Luego, en relación a lo que ocurrió en el liceo, la entrevistada dijo que “ esto realmente es una tragedia que pone en evidencia una problemática que es mucho más profunda… los liceos emblemáticos que antes fueron espacios de excelencia académica, educación democrática y ciudadana, han sido testigos de un progresivo deterioro”.
“Aquí yo creo que vale la pena reflexionar y pensar que los chiquillos no llegan a la escuela con la pura mochila no más, llegan con un contexto psicosocial“, añadió.
“Un síntoma de desconexión”
Con respecto a qué podría explicar el actuar de los jóvenes, Moreno afirmó que “el hecho de que algunos chiquillos se prepararan para acciones violentas de antemano como en este caso lanzar una bomba molotov, lo podemos interpretar como un síntoma, de una desconexión social y emocional, tanto en el sentido de pertenencia a la institución y por supuesto que a la sociedad”.
Siguiendo con esta idea, la académica estableció que “es bien terrible, porque esta bomba como nos explota a todos… acá yo diría que lo primero es abordarlo sistémicamente. La escuela se puede hacer cargo, la familia se puede hacer cargo pero todos tenemos que hacernos cargo finalmente”. Asimismo, expresó que “ los jóvenes y los niños quedan en terreno de nadie“.
Finalmente, la directora lamentó que “no podemos trabajar en la prevención nunca porque siempre estamos con la emergencia encima y es muy complejo también eso… es un tema de largo aliento”.