Fuente: El Mostrador
Era una petición que sectores del oficialismo habían planteado a La Moneda incluso desde antes del estallido social del 18 de octubre, pero en ese entonces la convicción de Palacio era que una medida de ese calibre no se condecía con la forma en que se había prometido enfrentar el denominado conflicto en La Araucanía. Es más, una de las prioridades del Ejecutivo, una vez instalados en la casa de Gobierno, fue el intento de aplicación del denominado Plan Araucanía, en ese tiempo en manos del entonces ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno.
Sin ir más lejos, el 27 de julio pasado el Gobierno, a través de su vocero, Jaime Bellolio, celebraba que el noruego Centro Nansen para la Paz y el Diálogo aceptara la solicitud de siete diferentes rectores de universidades chilenas para participar como intermediario en un proceso de diálogo en la zona. En la oportunidad, Bellolio señaló que “en este contexto de una búsqueda permanente por la paz, valoramos la propuesta de los rectores de universidades de la Región de La Araucanía para que el Centro Nansen para la Paz y el Diálogo, con sede en Noruega, pueda encabezar ese plan de trabajo”.
Según datos entregados por La Moneda, en el año se habrían producido 1.475 “hechos de violencia rural”, lo que representa un aumento de un 46 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior. Para varios la pregunta cayó de cajón: ¿por qué ahora?, faltando poco más de un mes para una elección presidencial…
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