Fuente: El Mostrador.cl
Recientemente, un religioso italiano exhortaba a “humanizar la técnica y no tecnologizar lo humano”, como reacción ante el fenómeno de la innovación digital que progresivamente ha venido sustituyendo el trato humano directo por las máquinas y los algoritmos.
Hace no muchos años, el Servicio de Impuestos Internos (SII) reformulaba su relación con los contribuyentes, a través de un “nuevo trato”, más horizontal y facilitador, todo ello en línea con una política de transformación digital del Estado. Esta nueva mirada se reflejó en diversos aspectos del quehacer de este organismo, como es la posibilidad de extender la Revisión de la Actuación Fiscalizadora al conocimiento de aspectos tanto de fondo como de forma, en una mejor comunicación entre los fiscalizadores y los contribuyentes, y en un énfasis en el respeto a los derechos de los contribuyentes, especialmente en lo tocante al derecho de ser atendido en forma cortés, diligente y oportuna, con el debido respeto y consideración (art. 8 bis del Código Tributario).
Sin embargo, el adelanto de la tecnología, de la mano con el énfasis informático de uno de sus últimos directores, pareciera haber contribuido a verter a esta Institución una mirada más centrada en lo cuantitativo y orientada a los resultados, perdiendo de vista una parte de la mirada humana y compleja que los sistemas computacionales a veces no suelen reconocer…
Ver columna completa