Fuente: Terceradosis.cl
María Alejandra Energici, académica Facultad de Psicología UAH.
‘Gordofobia’, palabra rara ¿Nos dan miedo los gordos? ¿las gordas? Son grandes, sin duda, pero de ahí a ser monstruosos como para producir terror, parece ser una exageración. ‘Gordo/gorda’ no suenan como palabras tan graves. Incluso tienen connotaciones positivas en algunos contextos. Sin embargo, hoy surgen como un campo de estudio que involucra discriminación, violencia y miedo.
Los Fat Studies (cuya traducción sería algo así como “estudios sociales críticos sobre gordura”) son la arista académica de un movimiento social que nace en Estados Unidos en la década de los 70. Una de las primeras consignas fue reemplazar el término obesidad por gordura. Esta transformación apunta a despatologizar el cuerpo gordo. Son grandes, no enfermos.
En el contexto actual, es importante enfatizar que no es una negación de la evidencia científica, no son un símil al movimiento anti-vacunas ni nada parecido. Más bien revisan, cuestionan y critican el carácter moralizante con que la biomedicina ha tratado la obesidad. Una de las rutas ha sido contextualizar históricamente cómo es que el Índice de Masa Corporal (IMC) pasó a ser una de las medidas de salud más importante de nuestra época.
El IMC fue obra del estadístico belga Adolphe Quetelet. Su objetivo inicial no era médico. Las primeras tablas de peso y altura emergieron de los actuarios de seguros para identificar riesgos financieros. Paradójicamente, estas tablas fueron asimiladas por la comunidad médica con ciertas resistencias (Jutel, 2009). La prevalencia de esta medida hasta la fecha no se debe a su precisión científica para predecir comorbilidad, sino a su bajo costo: se requiere únicamente de una pesa y una cinta métrica. Así, es una de las formas favoritas de los epidemiólogos de producir datos (Halse, 2009; Must & Evans, 2011)…
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