Durante esta etapa de lanzamiento de nuestro nuevo sitio web, escríbenos tus dudas, consultas o comentarios al WhatsApp +569 3455 2723.
2 de cada 10 chilenos y chilenas en edad de vacunarse, no lo han hecho aún. Exigir el pase de movilidad para viajar e ingresar a restaurantes pone en jaque sus posibilidades de circular y hasta de trabajar. El filósofo de la Universidad Alberto Hurtado Juan Manuel Garrido, director del Doctorado en Filosofía UAH, analiza si obedecer o desobedecer impacta en la legitimidad de la democracia.
Juan Manuel Garrido, Director del Doctorado en Filosofía
Durante la pandemia, los movimientos antivacunas han crecido en popularidad. No sorprende que informaciones falsas, aunque fáciles de entender y de comunicar ejerzan mayor atractivo que las verdades incompletas, transitorias y costosas que se obtienen a través del estudio, la observación y el análisis. Preferimos contemplar conspiraciones que avanzar a tientas. Es muy notable que las sociedades democráticas formen a sus ciudadanos desde pequeños y masivamente con herramientas de las ciencias, las artes y las humanidades.
Formar ciudadanos por medio del conocimiento supone admitir que la curiosidad, la pregunta y la crítica son instrumentos valiosos en la vida democrática. Nuestra subsistencia pasa por dudar de nosotros mismos y de las ideas que nos hacemos del bien común. La duda a veces nos pesa y somos proclives a reprimirla si produce miedo, pero en general nos las arreglamos bien para existir así, en el permanente autocuestionamiento. No es casual que la democracia y la ciencia como idea (aunque no, desde luego, como práctica) hayan surgido más o menos al mismo tiempo y en el mismo lugar.
Aunque lo hagan de una manera burda, los movimientos antivacunas ponen de manifiesto una actitud bastante generalizada que amenaza con frecuencia el funcionamiento de las democracias. El miedo a enfermar y a morir nos colocó, a muchos, en la dócil disposición de obedecer a procedimientos y calendarios; pero en general nos cuesta obedecer. Esta desobediencia no necesariamente emana de la duda y la crítica a las que nos entrena el conocimiento. A veces emana simplemente de nuestra tendencia a suponer que las reglas son superfluas o que se necesitan solo para ordenar la conducta de los demás…