Fuente: El Desconcierto
Álvaro Soto Roy, decano de la Facultad de Psicología de la Universidad Alberto Hurtado, analizó el impacto que podría tener la ley que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas en la salud mental de las personas. En diálogo con El Desconcierto, el Decano de la Facultad aclara que la aplicación de la ley «no va a ser de un día para otro» debido a las normas de gradualidad.
Tampoco va a significar, al menos en el corto plazo, «un cambio tan significativo para las personas». Sin embargo, en el mediano y largo plazo, la norma abre una oportunidad para «facilitar el reconocimiento de que nuestras vidas son más que el trabajo».
«Nuestra vida tiene un componente que es el trabajar, pero también el cuidar a otros. Trabajo y cuidados, o trabajo productivo y trabajo doméstico, son dos dimensiones indisociables de nuestra vidas. Además, está el esparcimiento, el descanso, el deporte, el salir a caminar, etc.», puntualiza.
Para Álvaro Soto Roy, la idea de que «el tiempo trabajado no es igual a la calidad del trabajo realizado, y que incluso los trabajadores que se desempeñan en jornadas más cortas pueden trabajar mejor, es algo que se viene discutiendo y mostrando hace muchos años».
«Pensar que trabajar es vender su fuerza de trabajo durante una cantidad de tiempo al día es un principio que aplica para cierto tipo de trabajos. Uno podría decir que son trabajos que están de cara al cliente o al usuario, o cuando las personas están frente a un proceso continuo de trabajo, como una correa transportadora, que requiere atención permanente», puntualiza.
Sin embargo, el experto subraya que «los trabajos que requieren la presencia permanente son cada vez menos dentro de nuestras distintas esferas económicas. Cada vez más, trabajar no es estar permanentemente atento a un proceso o un cliente, sino que encontrar creativamente soluciones a problemas que van emergiendo. El buen trabajo es llegar a esas respuestas. Cada vez más, trabajar es innovar en respuestas o en soluciones a desafíos que te plantea el entorno o el mercado (…) y para eso, no es necesario trabajar largas jornadas».
En ese sentido, para Álvaro Soto Roy, «lo que está a la base de esta reacción negativa patronal, representada esta semana por la bancada de ultraderecha, es una concepción del trabajo muy anquilosada en el capital, en el patrón, donde el principio es tiempo de trabajo explotado».
«Muchas veces, trabajar menos tiempo puede ser una vía para trabajar mejor. No por estar extensas jornadas de trabajo vamos a hacer un mejor trabajo. Y ahí creo yo que, la oportunidad que abre esta nueva ley es precisamente que en los espacios de trabajo, las organizaciones, los servicios públicos, logremos rediscutir el éxito del trabajo», concluye.
Revisa a continuación la entrevista completa en video.