Fuente: El Mercurio
El reciente temporal que azotó a la zona centro sur del país, y que mantuvo a más de un millón de clientes sin electricidad, nos alerta sobre la necesidad de prepararnos para estos eventos climáticos extremos que, de acuerdo con el más reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), se harán cada vez más frecuentes.
Un estudio recientemente publicado en Environmental Education Research, liderado por la Universidad Alberto Hurtado con colaboraciones nacionales e internacionales, muestra que la confianza en la ciencia sería clave para la disposición a mitigar los efectos del cambio climático en jóvenes chilenos. ¿Cómo se cuida y promueve la confianza en la ciencia? Primero, con educación: se requiere enseñar ciencias a través de prácticas que permitan a quienes aprenden entender cómo se llega a los consensos científicos; el rol que juega la crítica en estos y su carácter provisional.
La propuesta de Actualización de las Bases Curriculares de 1 básico a 2 medio de Ciencias Naturales incorpora la importancia del conocimiento de la naturaleza de la ciencia, pero el cómo hacerlo representa un desafío que se debe abordar seriamente. Segundo, a través de la comunicación pública: la idea que se instala por momentos en la discusión política es que, como hay evidencia científica que apoya las diferentes posiciones, la ciencia no es falible. Es verdad que muchas veces existe evidencia científica para conclusiones contradictorias, pero eso no hace a ambas conclusiones igualmente plausibles. El debate público debe contribuir a fomentar la confianza en la ciencia como un medio para la sostenibilidad.