Fuente: Paula / Latercera.com
Cambiamos nuestro trayecto a casa por uno de calles más luminosas por terror a ser abusadas. La incomodidad ante la mirada de los hombres nos lleva a tapar ciertas partes del cuerpo que han sido sexualizadas por ellos. El diseño de la ropa que ocupamos desde niñas limita nuestra capacidad de juego y movimiento. Abandonamos el deporte en la adolescencia por vergüenza a mostrar los cambios físicos propios de la edad. Estos son solo algunos efectos que tienen en nuestros cuerpos la forma en que las mujeres nos relacionamos en el mundo.
La Académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Alberto Hurtado, Alejandra Energici, lleva cinco años investigando sobre esta construcción social del cuerpo, estudios que han dado cuenta de cómo la experiencia de ser mujer en esta cultura ha influido en la relación que tenemos a diario con nuestro físico, incluso llegando a moldear el espacio, el movimiento, y el volumen que ocupamos.
¿Por qué decidiste investigar sobre la relación de las mujeres con su cuerpo?
Porque tenemos poca teoría del cuerpo, ha sido más estudiado desde la ciencia natural. Las ciencias sociales se han dedicado más a la mente, qué es lo que la gente piensa, lo que percibe. Existe esta división mente-cuerpo, pero el cuerpo es una forma de estar en el mundo…
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