Fuente: opinion.cooperativa.cl
La locura de los cambios tributarios se ha encontrado con el impuesto más regresivo de todos, el Impuestos al Valor Agregado (IVA). Estamos en un momento muy complicado en Chile, donde por un lado la Constituyente plantea desarrollar impuestos territoriales a un estilo de organización de política federal; y por otro lado se plantea la idea de disminuir el IVA de los productos de la canasta básica, eso sumado a que el actual Gobierno tiene una batería de cambios tributarios en otros aspectos.
El problema es que los cambios impositivos terminaran dañando a la economía, pero en especial aumentaran el costo de la vida, además, la disminución de IVA minara los recursos estatales, produciendo un espiral de aumento de otros impuestos.
En general, existen muchas críticas al IVA debido que es un impuesto regresivo, es decir, daña más a las personas con menos recursos. Por otro lado, es un gran recaudador. Existen datos de la OCDE que indican que el IVA entrega cerca del 40% de los ingresos estatales, además, que al ser una tasa fija permite no tener costos adicionales en fiscalizaciones y evita errores, razón por la que a gobiernos de distintos signos políticos les acomoda este tipo de impuesto…
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