Fuente: Universidad de Chile
El evento contó con la participación de cerca de 40 docentes e investigadores(as) de diversas instituciones y disciplinas académicas, que participaron a través de ocho paneles, para conversar sobre temas como las causas del malestar social, los informes y recomendaciones de los organismos de derechos humanos, la búsqueda de justicia y reparación por las violaciones de derechos humanos, las consecuencias políticas como los denominados fracasos constitucionales, entre otros.
La rectora de la U. de Chile, Rosa Devés, señaló que “las preguntas duras y complejas están ahí, y las universidades estamos para formularlas con más precisión y buscar responderlas, siempre –y especialmente en este caso– con otros y otras. En el presente, la tierra se sigue moviendo, y mientras se debilitan los pilares de la democracia, la ciudadanía no está contenta, no puede estarlo. El poder excesivo –y en algunos casos ilegítimo– de unos pocos se devela con más nitidez, mientras la polarización y la desconfianza crecen”.
El rector de la Universidad Católica de Chile, Ignacio Sánchez, reconoció que “lo acontecido ese 18 de octubre fue –sin duda– la principal crisis institucional y social desde el retorno de la democracia. Un grupo significativo de la población se manifestó demostrando su molestia por la desigualdad, los abusos, ingresos precarios, pensiones bajas, falta de acceso a la salud, entre otras muy legítimas demandas. También hubo por parte de un grupo minoritario actos de violencia y vandalismo, y también violencia institucional por todos conocida”.
El rector de nuestra casa de estudios, Cristián del Campo SJ, planteó que “perder la memoria puede ser uno de los mayores riesgos que enfrenta una sociedad. Sabemos lo relevante que ha sido la memoria en nuestra experiencia como comunidad política. El paso de los años y las décadas pueden ir dejando atrás las experiencias trascendentales y traumáticas que han marcado nuestra existencia en común (…) Es necesario traer al presente la memoria passionis, la memoria del sufrimiento, aquellos recuerdos del pasado, esos recuerdos peligrosos, complejos, incómodos. Eso es hacer memoria en vistas de producir una acción determinada, en vistas de interrumpir el adormecimiento y la apatía colectiva”.