El pasado viernes 10 de noviembre, autoridades de nuestra universidad presentaron a toda la comunidad el nuevo “Auditorio Larraín”, espacio ubicado a pasos del acceso por calle Erasmo Escala, y que hoy luce una cara completamente renovada, respondiendo así a las necesidades del Instituto de Música y el Departamento de Artes de la UAH. La inauguración contó con la presencia de Eduardo Silva, rector de la UAH; Eduardo Abarzúa, vicerrector Académico; Sebastián Kaufmann, vicerrector de Integración; Paula barros, vicerrectora de Investigación y Postgrado; Felipe Bravo, vicerrector de Administración y Finanzas; Alfredo Blanco, director de Operaciones; Eduardo Molina, decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades; Daniela Fugellie, directora del Instituto de Música, y Sandra Accatino, directora del Departamento de Arte.
Alfredo Blanco, director de Operaciones, destacó que uno de los objetivos principales de esta remodelación era entregar mejores espacios para favorecer la convivencia universitaria y el desarrollo de actividades académicas, junto con poner a disposición de la comunidad un auditorio apto para la realización de espectáculos culturales de todo tipo, como conciertos, obras de teatro, seminarios, etc.
“Entre los elementos que se conjugaron en esta remodelación destaca la iluminación y la acústica, cuyo diseño estuvo a cargo del arquitecto Sebastián Lungenstrass. Además, se instaló un sistema audiovisual tipo “videowall”, con una pantalla de 165 pulgadas, capaz de reproducir imágenes de alta definición (4K) para una mejor visualización”, añadió.
Al respecto, Jorge Castro, director de Tecnologías de Información y Telecomunicaciones de la VRAF, agregó que su área se encargó de dejar operativa esta mega pantalla, sumando también una mesa de audio y un moderno sistema de amplificación. Por otro lado, el auditorio quedó equipado con micrófonos inalámbricos y WiFi 5g, lo que permitirá aumentar la calidad del sonido, imagen y conectividad.
Y aunque las opciones de aprovechamiento que brinda este nuevo espacio son múltiples, Alfredo Blanco plantea que el renovado Auditorio Larraín será especialmente útil para las carreras de Música y Arte, dando respuesta a sus requerimientos. “Para este objetivo se modificó el auditorio completo; se amplió el escenario, se cambió el piso, se agregó una puerta acústica de acceso y se trabajó con placas de madera acústicas, para así permitir dos cosas: que la música que se genere no salga hacia afuera y que el ruido ambiente exterior no interfiera con el sonido que se genere dentro de la sala”, explica el arquitecto.
Un nuevo escenario para nuestros/as artistas
Al respecto, Daniela Fugellie, directora del Instituto de Música, expresó que “teníamos la necesidad de extender el escenario y contar con iluminación adecuada para un ambiente de concierto en distintas modalidades, ya que los requerimientos para un solista son diferentes a los de un coro. Estas nuevas posibilidades van a significar un salto cualitativo en la excelencia y calidad de las actividades del Instituto de Música, tanto académicas como artísticas”.
Por eso, durante la inauguración oficial del nuevo auditorio, no podía faltar lo más importante: probar las instalaciones con muestras artísticas de quienes serán sus principales usuarios/as: nuestros/as estudiantes y docentes. En esta oportunidad se presentó un concierto de Evaristo Dall’Abaco, interpretado por los académicos Cristián Gutiérrez y Raúl Orellana, junto a Pablo Campos, Pablo Seguel, Nayira Salas y Francisco Gaete, estudiantes del Instituto de Música. Posteriormente, Santiago Peralta -en compañía del académico Andrés Silva en el piano-, presentó una pieza del compositor Eliodoro Ortiz de Zárate. Para coronar esta demostración, la profesora Lorena Valdebenito, acompañada de Miguel Ángel Álvarez, Juan Carlos Poveda y Diego Villela, realizaron el cierre de esta muestra con la interpretación de dos canciones.
Toda esta inversión en términos de recursos y tiempo se traduce en la entrega a la comunidad universitaria de un lugar que recoge las tecnologías disponibles en el siglo XXI, sin desentonar con el entorno patrimonial que ha sido el sello arquitectónico de nuestra universidad. “El resultado nos tiene felices, porque este auditorio tiene la flexibilidad para ser utilizado como espacio para el desarrollo de clases, pero también para ofrecer a estudiantes, académicos/as y funcionarios/as la posibilidad de realizar acá sesiones musicales u organizar un buen ciclo de cine. Las oportunidades que nos abre son muchas, y esa es la principal satisfacción que nos queda como Vicerrectoría de Administración y Finanzas”, concluyó Alfredo Blanco.