“Esto implica que el Estado reconoce que el acceso a la lectura y el libro son un derecho de todos y todas y como tal debe ser garantizado”. Es lo más relevante para Alejandra Stevenson, Directora de Ediciones Universidad Alberto Hurtado, de la nueva Política Nacional de la Lectura y el Libro 2015- 2020 que fue presentada el 23 de abril pasado por la Ministra de Cultura Claudia Barattini.
La nueva política contempla cinco ámbitos de acción: Lectura (incluye lectura y educación y fomento lector), Potenciar la Creación, Patrimonio Bibliográfico (registro, conservación y difusión) Industria e internacionalización y Marco jurídico institucional (que garantice la implementación de esta propuesta). Ver documento completo con la nueva Política Nacional de la Lectura y el Libro 2015- 2020.
La Directora de las Ediciones UAH en su calidad de integrante de la Asociación de editores independientes, autónomos y universitarios, participó activamente en las mesas público privadas que funcionaron entre agosto y octubre de 2014 cuyo trabajo dio como resultado el documento recientemente presentado. Formó parte de las mesas de discusión sobre el fomento a la lectura y la institucionalización.
Para la Directora de Ediciones UAH esta política permitirá democratizar el acceso al libro y equilibrar la realidad de Santiago y de las regiones. Destaca la labor de las bibliotecas públicas, pero advierte que también es necesario potenciar la instalación de librerías y el desarrollo de actividades como cuenta cuentos, encuentros con escritores, entre otras.
“Cuando tienes población lectora, cuando los niños tienen acceso a la lectura desde muy chicos y no pierden la motivación por la lectura cambias generaciones culturalmente. Hay que hacer que los autores produzcan, que la gente lea y escriba”.
La eterna discusión por el IVA
Un tema importante que no fue incluido por el Gobierno en esta política fue la disminución o eliminación del impuesto al libro. Alejandra Stevenson aclara que como parte de la Asociación de editores independientes, autónomos y universitarios no pretenden eliminar el IVA a los libros sino rebajarlo a un 6%. Según un estudio realizado por su organización, esta cifra permitiría ajustar el precio de los libros chilenos.
“Yo no sé si va a aumentar la lectura pero por lo menos va a cambiar el paradigma, porque siempre se le echa la culpa al IVA y que por eso los libros son caros”.
En la mayoría de los países el libro está exento de impuestos o tiene uno diferenciado. En Chile el libro paga el mismo impuesto que cualquier otro producto, un 19%. Es decir que prácticamente un quinto del precio final es impuesto.
En este sentido, Stevenson admite que la rebaja del impuesto sería una señal clara de la importancia que el Estado reconoce tanto al libro como a la lectura. Aunque según su opinión los libros chilenos no son caros. Según un estudio realizado hace un par de años por la Asociación de editores independientes, autónomos y universitarios, un libro producido en Chile vale en promedio 7 mil pesos. Pero la gente tiene en la mente los precios de los éxitos de venta de las editoriales transnacionales, en las que una novela cuesta 15 o 20 mil pesos. “El público chileno asocia el libro con la literatura, pero un libro también puede ser de poesía, investigación y ensayos” y es precisamente este tipo de textos de las áreas de las humanidades y las ciencias sociales las que publica las Ediciones Universidad Alberto Hurtado.
Una editorial universitaria-universitaria
Al hablar de la Editorial de la Universidad Alberto Hurtado, su directora es enfática en recalcar que es de las pocas editoriales chilenas que es ‘universitaria-universitaria’, refiriéndose a que su misión es difundir el conocimiento científico, ya que las editoriales de otras universidades se han abierto a otras áreas.
“Nosotros destacamos que la lectura no es sólo literatura. La investigación todavía no está en el imaginario. En Chile tenemos investigadores interesantes, tenemos áreas de interés internacional, como la arquitectura, la astronomía, entre otros. Hay un mundo científico, en el amplio sentido de la palabra que tiene investigaciones interesantes que ofrecer más allá de la literatura”.
Según Stevenson, probablemente por razones económicas las otras editoriales universitarias han ampliado sus catálogos y se han abierto a otras áreas temáticas. Es así como señala que la editorial universitaria tiene una amplia trayectoria y una completa colección, pero hoy publica literatura infantil, novelas y libros de cocina, entre otros. Y pasa lo mismo con editoriales como la de la Universidad Católica y la de la Diego Portales.
Junto con las temáticas que aborda la Ediciones UAH, su directora destaca el riguroso sistema de selección de los títulos que publican. “Las propuestas son evaluadas por un comité científico que es el comité de la disciplina después lo evalúa un comité editorial, después uno o dos especialistas, un par evaluador ciego. Hay controles de calidad súper rigurosos, eso no he visto en otras editoriales, que sean investigaciones de calidad, que realmente aporten que tengan pertinencia local o latinoamericana”.
Añade además que desde hace un par de años todos los libros publicados por la editorial tienen versión digital y revela que la cifra de ventas en impresos es similar a lo que se vende en digital para un mismo título. Reconoce la arremetida de los formatos digitales, pero no cree que vayan a reemplazar a los libros impresos.