Este año se cumplen tres décadas desde la promulgación del 18 de agosto como el Día Nacional de la Solidaridad, en homenaje a la figura de San Alberto Hurtado, sacerdote jesuita y un luchador incansable por la justicia social. Desde 2001, y coincidiendo con el centenario de su nacimiento, durante todo agosto se conmemora el “Mes de la Solidaridad” con el fin de promover este valor como un principio base de nuestra sociedad.
Este año, la invitación que nos hace la Fundación Padre Hurtado -institución encargada de preservar y difundir el legado del primer santo chileno- es a cambiar la mirada, para construir entre todas y todos una cultura del encuentro que nos permita volver a escucharnos y poner en el centro el mejor presente y futuro para Chile.
Bajo este concepto, la Dirección de Comunidad Universitaria (DCU) y el Centro Universitario Ignaciano (CUI) prepararon la tradicional Misa de la Solidaridad, encuentro en el que año a año nos reunimos como comunidad para conectarnos con la espiritualidad hurtadiana.
Roberto Saldías SJ, director del Instituto de Teología y Estudios Religiosos (ITER-UAH), presidió la Eucaristía realizada este lunes 26 de agosto en el Aula Magna, la que contó con la participación del rector Cristián del Campo SJ, el vicerrector académico Cristóbal Madero SJ, el capellán Pablo Walker SJ y representantes de todos los estamentos de nuestra casa de estudios.
En su homilía, el padre Roberto Saldías SJ recordó las palabras de San Ignacio de Loyola -fundador de la Compañía de Jesús-, quien manifestaba que “el amor debe ser puesto más en las obras que en las palabras”, un precepto que Alberto Hurtado hizo propio al darse por entero al prójimo. Este ejemplo es el que nos debe seguir inspirando a dar lo mejor de nosotros/as mismos/as, para que a través de nuestro trabajo cotidiano podamos generar un cambio en las vidas de las personas que encontramos en nuestro camino. “No olvidemos nunca por quiénes hacemos lo que hacemos; por qué personas nos despertamos temprano para aprender o para trabajar. La frase que hoy nos convoca es “Cambiemos la mirada”, una invitación a reconocer a quienes necesitan de nuestros desvelos”, añadió Roberto Saldías SJ.
En este encuentro se elevó una especial oración por todas las comunidades cristianas que ponen su amor en obras anunciando el mensaje de Jesús; por Latinoamérica y, especialmente, por el pueblo venezolano; y también por nuestra Universidad, sus estudiantes y toda la comunidad hurtadiana, para que guiados por la vocación pública que inspira nuestro quehacer podamos afianzar nuestro compromiso con la solidaridad y el servicio a los/as demás.
La Misa de la Solidaridad fue amenizada por el Coro Escuela CUI, agrupación conformada por estudiantes, académicos y funcionarios de la UAH.