Fuertes diferencias entre las expectativas de los estudiantes de cuarto medio por nivel socioeconómico y modalidad de estudios reveló una investigación del CIDE Universidad Alberto Hurtado realizada en colegios de la región metropolitana. La investigación, desarrollada por Leandro Sepúlveda y María José Valdebenito se enfocó en las opiniones sobre el futuro de alrededor de 2000 jóvenes, abordando materias como la PSU, el trabajo, la educación superior, entre otros. Esta reveló que las expectativas difieren según la extracción socioeconómica familiar y también según estudien en la modalidad científico humanista o técnico profesional, sistema, este último, que reúne al 45% de la matrícula de 3º y 4º medio, concentrando a los jóvenes en situación de mayor vulnerabilidad. El investigador del CIDE Leandro Sepúlveda señala que, en general, los estudiantes tienen altas aspiraciones de cursar estudios de educación superior, que los jóvenes de nivel socio-económico más alto aspiran en mayor medida a entrar a la universidad, mientras que un porcentaje importante de los de nivel socioeconómico bajo se dan cuenta de que no lo lograrán en lo inmediato, sino que será imprescindible trabajar antes de continuar sus estudios. “Ellos son bastante racionales en diagnosticar las dificultades que van a tener para cumplir sus aspiraciones de futuro, por ejemplo reconocen sus debilidades en la formación para la PSU y consideran que los problemas económicos serán un obstáculo para alcanzar sus objetivos”. El estudio reveló que un 84% de los estudiantes de nivel socioeconómico bajo piensa que obtendrá menos de 600 puntos en la PSU, lo mismo opina solo el 13% del nivel socioeconómico alto. Las expectativas de los jóvenes de menos recursos se ajusta más a la realidad según los datos de resultados de PSU en los últimos años, en tanto que los estudiantes de los niveles socioeconómicos más altos tienen expectativas que superan con creces los resultados promedios de este sector. Por otra parte, el estudio arroja que el 42% de los estudiantes de modalidad Científico Humanista se siente preparado o medianamente preparado para rendir la PSU, en tanto esto ocurre solamente con el 25% de los estudiantes que cursan modalidad Técnico Profesional. “El sistema educacional chileno está altamente segmentado y hay una porción de los jóvenes que tienen una formación adecuada, que tienen un modelo formativo funcional al sistema de ingreso a la universidad y que tienen buenos profesores en condiciones adecuadas para poder desarrollar su trabajo, pero hay una cantidad alta de estudiantes que no tienen esas condiciones, y eso está claramente focalizado en los sectores más pobres”, señaló el investigador del CIDE U. A. Hurtado. Los estudiantes más pobres valoran la formación recibida en sus establecimientos educacionales, pero tienen una baja expectativa en sus resultados de la PSU, ya que existe una disociación entre lo que han vivido en su experiencia escolar y lo que mide la prueba. El modelo de formación Técnico profesional se distancia de lo que mide la PSU. De hecho, cerca del 25% los estudiantes de nivel socioeconómico bajo y medio bajo señaló su intención de no rendir la PSU, y la mayoría de ellos corresponde al sistema técnico profesional. Solo el 3 % de los estudiantes de nivel alto y medio alto señaló esta opción.