El documento titulado “Una población invisible” analiza la realidad del sistema carcelario en Chile, se divide en dos partes (N° 86 Y 87), y fue publicado recientemente por el Centro de Ética de la Universidad Alberto Hurtado.
A partir de diversos estudios se caracteriza a la situación actual de la población penal en el país destacando que Chile tiene la tasa de encarcelamiento más alta de América Latina. Una investigación de Gendarmería estableció que al mes de diciembre de 2010 existían 105.472 personas privadas de libertad, con una sobrepoblación cercana al 60% en los recintos penitenciarios y que el delito más cometido por los hombres es el robo y por las mujeres los ligados al tráfico de drogas. La misma investigación revela que “Chile es el segundo país de la región con más población carcelaria después de Estados Unidos”.
Se menciona además que las mujeres han aumentado notablemente su participación en actos delictivos. En los últimos diez años el crecimiento de la delincuencia masculina alcanzó el 70% en tanto la cifra de delincuencia femenina creció un 310%. Se destaca especialmente que muchas de ellas ingresan al mundo delictivo a través del mercado de la droga. Los efectos sociales del encarcelamiento femenino son más profundos y tienen mayor incidencia en la vulnerabilidad social en que quedan los menores, por lo que se propone una política penitenciaria con enfoque de género.
El teólogo español Xavier Pikaza, de larga experiencia penitenciaria, destaca la urgencia de “cambiar las condiciones económicas, culturales, y sociales que crean delincuentes”. “El mejor remedio contra la delincuencia no son las cárceles, sino la creación de mejores condiciones de vida”.
El Informe Ethos revela que la sociedad percibe a los reclusos como una población invisible, compuesta por delincuentes que cumplen su merecido castigo. Y que sólo se visibiliza y surge en el debate público a partir de un hecho espectacular como un motín o un incendio, como el que ocurrió en la Cárcel de San Miguel el 8 de diciembre de 2010, en el que murieron 81 internos. Luego de este lamentable hecho y su repercusión mediática la opinión pública toma conciencia de las paupérrimas condiciones en que vive la población penal en Chile, aunque en privado algunos continúan pensando que “después de todo, son delincuentes y no merecen mejor suerte”.
Según el Informe la sociedad tiene derecho a defenderse de la delincuencia, pero reconociendo el derecho de las personas a una segunda oportunidad. “El auténtico éxito de una sociedad consiste en la capacidad de su reinserción en la sociedad. Los estudios al respecto coinciden que, en la mayoría de los casos, la cárcel y la actual situación carcelaria no constituyen ninguna solución. Todo lo contrario, asegura la degradación humana de sus habitantes”.
Asimismo propone un cambio en la actual política carcelaria relevando aspectos como la reinserción social y el respeto de los derechos y garantías fundamentales de quienes se encuentran privados de libertad.
Los invitamos a revisar el Informe completo descargando el pdf al final de esta página.
[download id=”2416″]
[download id=”2417″]