Durante el reciente encuentro denominado “Exploralingua”, desarrollado en el campus patrimonial de la Universidad Alberto Hurtado, la académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Alicia Figueroa, presentó la temática de su Fondecyt Regular en curso, investigación titulada “Signos precoces del trastorno formal del pensamiento: Mapeando la funcionalidad de las interacciones comunicativas en Estados Mentales de Alto Riesgo Clínico (EMAR)”.
Bajo la premisa de que el lenguaje puede servir como un eficaz biomarcador para identificar de forma temprana trastornos mentales severos, la investigación de Figueroa se centra en los patrones de habla y cómo estos pueden señalar alteraciones en el pensamiento mucho antes de que los síntomas psiquiátricos sean evidentes. “El lenguaje en la clínica psiquiátrica es una herramienta anamnésica: contribuye a la adherencia al tratamiento, trabaja la disminución del estigma a enfermedades mentales, evalúa el funcionamiento neurocognitivo y ayuda en la predicción de cuadros severos”, afirmó la investigadora.
En otras palabras: el lenguaje no solo facilita la comunicación, sino que también funciona como herramienta predictiva y diagnóstica en el ámbito clínico.
Durante su presentación, Figueroa delineó dos principales dimensiones de análisis lingüístico-discursivo que observará durante su investigación. La primera se refiere al “Alineamiento en el marco de la interacción dialógica”, donde se examinará cómo se organizan y distribuyen los turnos de habla, la gestión temática y la adecuación léxica entre los interlocutores. La segunda dimensión, “Alineamiento en tareas de Teoría de la Mente (ToM)”, será crucial para entender cómo las personas interpretan y reaccionan a los estados mentales de otros.
El coloquio también contó con las contribuciones de Claudio Palominos Flores, de la Universidad Pompeu Fabra, quien habló sobre las diferencias entre significado referencial y conceptual en la psicosis utilizando procesamiento del lenguaje natural (NLP), y de Carolina Martínez, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que se centró en cómo la retroalimentación de la audiencia afecta la variabilidad fonoarticulatoria en distintos niveles de procesamiento del lenguaje.
Estas discusiones subrayan un creciente interés y reconocimiento del papel que la lingüística aplicada juega en campos interdisciplinarios, especialmente en la detección y manejo de enfermedades mentales. El trabajo de nuestra académica, en particular, promete abrir nuevas líneas para la intervención temprana y el tratamiento de trastornos del pensamiento, ofreciendo esperanza de mejoras significativas en la calidad de vida de los pacientes.
“A los y las estudiantes de Lengua y Literatura les digo: nosotros, como humanistas, podemos hacer mucho por precisar elementos que en otras disciplinas se intuyen, pero de forma confusa. Con nuestro trabajo podemos contribuir de forma concreta, por ejemplo, con la psiquiatría, en el diagnóstico precoz de enfermedades” –Alicia Figueroa, académica e investigadora FILHUM UAH.
“Exploralingua” no solo fue un evento para la presentación de innovadoras líneas de investigación, sino también una fuente de inspiración para futuras colaboraciones entre lingüistas y profesionales de la salud mental, marcando un hito importante en la manera en que entendemos y abordamos la complejidad del lenguaje humano y su impacto en la psiquiatría.