“Actualizaciones para un trabajo más humano” fue la convocatoria que impulsa esta nueva versión del Congreso, oportunidad en la que se debatieron “temas de vanguardia que influencian el ambiente laboral moderno: cómo la innovación, la tecnología y las humanidades están redefiniendo las prácticas laborales y cómo promover un entorno de trabajo más humano y eficiente”, en palabras de los organizadores. La cita reunió a académicos, académicas, investigadores y profesionales de distintas disciplinas en torno al trabajo. Las jornadas del 24 y 25 de octubre se desarrollaron en el Campus B de la Universidad.
Siete ejes temáticos dan ritmo a este debate:
- Rol de la Psicología del Trabajo y las Organizaciones
- Derechos Humanos en las organizaciones
- Trabajo, organizaciones y bienestar
- Nuevas organizaciones y modalidades de trabajo
- Actualizaciones en la gestión del cambio y nuevos liderazgos
- Transformaciones en individuos y relaciones interpersonales en las organizaciones
- Nuevas tendencias en gestión de personas.
La ceremonia de apertura estuvo presidida por el vicerrector académico de la UAH Eduardo Abarzúa; el decano de la Facultad de Psicología y director del COR-UAH, Álvaro Soto; la presidenta de SCHIPTO y académica de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago de Chile, María José Rodríguez; los copresidentes Silvana Oros, académica de la Escuela de Psicología de la Universidad de La Serena y de Psicología de la Universidad Central, sede Región de Coquimbo y vicepresidenta de SCHIPTO, y Fernando Contreras, director del Departamento de Psicología Laboral-Organizacional de la Facultad de Psicología de la UAH y el director Ejecutivo del COR-UAH, y el director de Vinculación con el Medio y Proyectos de la Facultad de Economía y Negocios, FEN-UAH, Mauricio Araneda.
“Hablamos mucho del trabajo como si fuera uno solo, pero hoy día tenemos más de un 25% de la masa laboral en empleo informal, precario, no regido. Y, por otro lado, tenemos un porcentaje de licencias por salud mental generada en el mundo del trabajo, donde estamos gastando 1.400 millones al año de dólares (a datos del 2022) en pagar ese momento pasivo laboral ligado a efectos del trabajo en la salud mental u otros contextos”, aseguró el vicerrector Abarzúa, quien además planteó que “si bien el 41% de la población tiene una formación universitaria, somos el país que más gasta en relación al porcentaje del PIB en Educación Superior, pero a la vez el que tiene más baja productividad. Eso también es un desafío desde nuestra perspectiva de desarrollo”.