La generación de cristal y su impacto en la salud mental
Rocío Mayol, académica de la Facultad de Psicología y especialista en salud mental y bienestar emocional, presentó su ponencia titulada La generación de cristal y su impacto en la salud mental. Durante un bloque centrado en la investigación preventiva, compartido con destacados científicos como el genetista Thomas Bourgeron y la viróloga Rebecca Dutch, Mayol ofreció una mirada crítica al uso del término “generación de cristal”, frecuentemente aplicado a personas nacidas entre mediados de los años 90 y principios de los 2000.
“La etiqueta refleja cambios sociales y una mayor atención a la salud mental, pero su connotación peyorativa puede invisibilizar trastornos reales”, afirmó Mayol, basándose en datos neurofisiológicos y epidemiológicos. La investigadora subrayó que los trastornos ansiosos comienzan a manifestarse alrededor de los 5 años, y cuestionó la idea de que los problemas de salud mental sean exclusivos de un grupo etario. “No es solo una generación: estamos hablando de una población afectada desde la infancia hasta la vejez”, concluyó.
El ocio no es igual para todos: La brecha de género en el tiempo libre y el trabajo creativo
Por su parte, la antropóloga Carla Pinochet, académica de la Facultad de Ciencias Sociales, expuso sobre La revolución de no hacer nada: ocio, trabajo y creatividad en tiempos hiperproductivos.
Durante la charla analizó la temática con perspectiva de género y reveló que, “aunque los trabajos ofrecen flexibilidad, también demandan una dedicación constante que difumina los límites entre la vida personal y laboral”. A través de bitácoras diarias, Pinochet identificó una brecha significativa: “Las mujeres destinan hasta un 30% de su jornada a labores domésticas y de cuidado, mientras los hombres suelen ignorar estas actividades como parte de su carga diaria”.
En su llamado a replantear el tiempo de ocio, la académica subrayó que este no debe ser visto como un medio para la productividad, sino como un espacio de creatividad genuina y descanso. Cerró su intervención destacando la necesidad de romper con la lógica de la eficiencia a toda costa y propuso desacelerar como una verdadera revolución frente a la automatización.