Con el objetivo de recalcar la importancia de realizar una gestión empresarial basada en los valores universales del humanismo cristiano, que colocan a la persona no como un medio, sino como el fin de toda actividad que realicen las compañías, se desarrolló este taller que contó con cinco sesiones donde participaron más de 100 personas de diferentes empresas con cargos como gerentes generales, gerentes de asuntos corporativos y académicos.
Algunos de los temas abordados fueron cómo gestionar éticamente la empresa; la responsabilidad hacia el medio ambiente; clientes y competencias y gobierno corporativo, entre otros.
Cada sesión contó con exposiciones de paneles de expertos, luego de los cuales se trabajó en un dilema empresarial bajo la metodología de discernimiento ético desarrollado por Tony Mifsud S.J, del Centro de Ética de la Universidad. La dirección de los talleres de discernimiento ético estuvieron conducida por los investigadores del Centro de Ética Verónica Anguita, Andrés Suárez y Matilde Spoerer.
En la inauguración del ciclo participaron Rolando Medeiros, Pierre Lecocq, el rector Fernando Montes S.J y Cristián del Campo S.J.
En la oportunidad, Fernando Montes S.J., se refirió a las seis dimensiones que a su juicio tiene la ética aplicada en empresas: excelencia, honestidad, calidad de vida laboral y personal, vida comunitaria, cuidar y proteger la naturaleza y la dimensión política del empresario, para lo que se necesitan líderes con una perspectiva a largo plazo y con visión de conjunto para apuntar al bien común no sólo de su empresa, sino del país donde opera.
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