Con más de 255 mil volúmenes, estanterías que miden más de tres metros, alrededor de 7 kilómetros en libros y un museo bibliográfico que cuenta con textos desde el año 1500, se establece la biblioteca de la Universidad Alberto Hurtado.
Ubicada en la sede central de la UAH, la biblioteca también cuenta con la “Sala Molina”, y la sala Q de libros antiguos que colindan con la Iglesia San Ignacio y conserva libros bajo control de temperatura y humedad. “Lo primero que se hizo fue limpiar con aspiradoras especiales los libros para poder armar este proyecto que es realmente una obra de arte. Hoy los textos se mantienen en estanterías de madera antigua para evitar la corrosión del fierro y mineral”, explica Patricia Ortiz, directora de Bibliotecas y Archivo de la UAH.
Originada de la fusión de tres bibliotecas: la colección San Ignacio, el archivo de la Revista Mensaje, del Instituto Latinoamericano de Doctrina y Estudios Sociales, ILADES; del Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación, CIDE, y de los textos del Centro de Estudios Socioculturales, CISOC Bellarmino; la biblioteca de la UAH es una de las más importantes del país. “Trabajamos con los mismos formatos que trabajan en todo el mundo. Nuestro catálogo tiene convenios formales para intercambio de registro bibliográfico con la Universidad de Chile, la Biblioteca Nacional, la Universidad Católica y la biblioteca del Congreso Nacional, lo que significa que las principales bibliotecas de nuestro país están confiando en nuestro trabajo técnico”, asegura Ortiz.
Una de las características más importantes de la Biblioteca es su red tecnologizada de información, el cual se trabajó en conjunto con la Universidad Católica de Uruguay desde el año 2005. Ambas casas de estudio, trabajaron en el desarrollo lógico del software de administración de Biblioteca., este proceso permitió un gran crecimiento en la gestión del conocimiento al interior de la Biblioteca.
Uno de los proyectos más interesantes de la biblioteca de la UAH es el proyecto de Cybertesis, que implica mantener las tesis y tesinas de los estudiantes digitalizadas y accesibles a la comunidad en tres formatos distintos: HTML, XML y PDF. La apuesta, es continuar el proyecto internacional que inició la Universidad de Lyon (Francia) y que en Chile se inició por medio de la Universidad de Chile.
Gracias a esta trayectoria la Biblioteca pudo abrir una carrera en pregrado: Gestión de Información, bibliotecas y archivos, donde, como relata Patricia, “satisface la demanda que surge con la promulgación de la ley de transparencia y administración pública, que hay que manejarla a dos niveles, la ley de transparencia activa y la ley de transparencia pasiva”, esta necesidad también la cubre el Diplomado de Archivística que lanzaron el año pasado.
“Es una experiencia nueva en Chile, porque las escuelas que existen están dedicadas exclusivamente a la bibliotecología. Nosotros tomamos las técnicas bibliotecarias, archivísticas y además, una muy fuerte tendencia hacia las nuevas tecnologías y el tema empresarial, porque además abre nichos de mercado totalmente diferentes”, puntualiza Ortiz.
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