Un informe emitido por la multinacional IT Talent reveló que Chile es el país de América Latina con el menor número de mujeres que trabajan en el sector de las tecnologías. Actualmente, las estudiantes en el área STEM (acrónimo de los términos en inglés para “Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas”) es de solo un 35 %. La cifra es alarmante si se considera que a 2050 un 75 % de los empleos, es decir tres de cada cuatro, dependerá de tener conocimientos en estos ámbitos. Sumar a más estudiantes a las carreras de ingeniería es uno de los objetivos de la nueva Facultad de Ingeniería de la UAH.
—Lizeth, ¿por qué elegir la UAH estudiar Ingeniería?
—Elegí la UAH porque tenía un enfoque diferente a las demás. Durante muchos años mi inclinación fue humanista y la ingeniería de acá involucra este aspecto que no quería dejar de lado. Además, tenía buenas referencias en cuanto a la calidad de la educación de la UAH.
—¿Qué destacas del primer semestre?
—Del primer semestre destaco el gran reto que es pasar de la enseñanza media a la universidad. Fue duro semestre y me dejó muchas enseñanzas. Crecí mucho mentalmente porque mi modo de pensar mejoró al enfrentarme a problemas que demandan lógicas racionales.
—¿Qué ramo fue el que más te gustó?
—Mi ramo favorito, aunque es muy difícil elegir, es Física. Aprender sobre cómo funciona el mundo es realmente fascinante. Ver cómo la física se relaciona con la matemática es uno de los momentos que hacen ‘click’ en tu mente y realmente te enamoras de las posibilidades de lo que se puede hacer.
—¿Qué dirías de los profesores de la carrera?
—Cada profesor tiene su estilo, así como cada materia su propio ‘algo’. En general mi experiencia fue muy buena con las y los profesores. En varias ocasiones me encontré preguntándoles cosas que ayudaron en mi aprendizaje.
—En Chile existe una brecha de mujeres en las carreras técnicas y tecnológicas, ¿cómo enfrentas ese escenario y qué piensas de ser mujer en un área mayoritariamente masculina?
—La igualdad de género, en particular en rubros que se denominan típicamente ‘masculinos’, es todo un tema. Ser mujer en el rubro de la ingeniería es un reto que enfrentaremos al insertarnos al mundo laboral. También puede ser una ventaja, ya que muchas empresas hoy buscan la inclusión. En general, creo que depende de cómo te presentes ante el mundo laboral; opino que la clave es ‘ingeniárselas’ y ser las mejores profesionales que podamos ser.