El Departamento de Arte de la UAH, en pos de destacar a sus exalumnos y compartir sus experiencias, ha iniciado un ciclo de entrevistas con los profesionales enfocadas en su proceso educacional e inicio en la vida laboral.
En medio de un periodo de cambios en la sociedad chilena en el 2019, José Miguel Frías, inició su vida profesional como titulado de la carrera Licenciatura en Teoría e Historia del Arte impartida por el Departamento de Artes UAH.
Según el profesional, su paso por la universidad estuvo marcada por la positiva relación con sus docentes y compañeros, además de su alto interés en las diferentes actividades propuestas por el departamento.
Actualmente, se desempeña como gestor cultural en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, incentivando la creación y difusión del arte en el sector.
¿Qué te motivó a estudiar la carrera?
Cuando estaba en cuarto medio, no me sentía completamente seguro de qué quería estudiar. Me interesaba cine, artes o literatura. De hecho, no conocía que existía la Licenciatura en Teoría e Historia del Arte. Llegué a ella gracias a que mi profesora de arte del colegio. Me puse a investigar y me llamó la atención la malla curricular, ya que sentía que contenía todo lo que yo estaba buscando en estudios universitarios. Buscaba una carrera que me permitiera experimentar e ir descubriendo caminos a medida que iba avanzando.
Ahí ya empecé a contactarme con las profesoras del departamento. Me acuerdo que fui a conversar con las docentes de la Universidad vestido de escolar porque tenía ya este interés. Me acogieron muy bien en esas primeras visitas y fue súper bonito volver a encontrarme con ellas el primer día de clases.
¿Cómo recuerdas tu paso por el Departamento de Arte UAH?
Personalmente considero que pude aprovecharlo mucho, tanto en mi relación con cada uno de los profesores y las profesoras como con mis compañeros y compañeras. Me gustaba ir de oyente a clases de Pedagogía en Artes, o incluso a clases y charlas del magister. Intentaba como mantenerme siempre vinculado al departamento porque me llamaba mucho la atención su propuesta. Me desempeñé como ayudante tanto como apoyo en investigación, como de cátedra, lo que me permitió incluso viajar a Brasil a presentar un proyecto investigativo con parte de la dirección.
¿Cómo ha sido tu experiencia desempeñándote como gestor cultural?
Es esa clase de trabajo que uno lleva haciendo mucho tiempo y que muchas veces sencillamente no le pone el nombre. Actualmente me encuentro expandiendo mis estudios en esta parte del arte aplicado a la mediación de teatro, a la promoción de la lectura. Todo a través de diplomados de especialización que van enfocados en la misma área. Creo que nace desde un compromiso con el trabajo con las comunidades que empecé a desarrollar desde la misma universidad y que supe mantener también.
A lo largo de los trabajos académicos que iba realizando con una buena recepción y apoyo por parte de mis profesoras y mi profesor Y bueno ha sido una experiencia súper grata.
¿Qué significa el arte para ti?
Tomo el arte como una herramienta para la transformación social y también una forma de democratizar el acceso a las culturas en territorios que no cuentan con esa clase de experiencia o de instituciones culturales privadas. Generalmente me muevo en ese sentido, con organizaciones autónomas independientes para autogestionar espacios comunitarios y ahí también he encontrado el nicho de trabajo que desarrolla esto de manera comunitaria.
¿Cuál es el objetivo principal del Centro de Estudios Prácticos en Arte Comunitario al que perteneces?
El Centro surge también como una manera de sistematizar y encausar muchas de las prácticas que yo estaba llevando a cabo de manera independiente con los espacios culturales. Los colectivos territoriales, las organizaciones sociales y las comunidades de vecinos que habitan este territorio logran comprender y acceder al eje del arte, lo que permitirá desarrollar también esa investigación respecto a las prácticas artísticas.
Los roles que ha cumplido el Centro de Estudios Prácticos han ido en una constante transformación y autocuestionamiento. Y ya que es una experiencia que va mutando a medida que va avanzando y que va conociendo nuevos espacios, a mi entender, tiene que jugar un rol fundamental de apoyo y funcionar como una suerte de catalizador y canalizador de todas esas energías y todo esos dolores sociales que se perciben en la cotidianidad en los espacios en los que uno se encuentra trabajando.
¿Cuál consideras que es la importancia de impartir y enseñar sobre el arte hoy en día?
Considero que generar una democratización de las prácticas artísticas, porque se ve que existe un distanciamiento y contraste al comprender el arte como algo que sólo pueden acceder las élites del país. Trabajar con las comunidades y las colectividades que habitan estos territorios en situaciones de discriminación o que se le niegan las oportunidades de acceso. En ese sentido, la importancia recae en compartir el arte y que sea una instancia de encuentro entre las personas.