En No somos niños. Representaciones problemáticas de la infancia, la autora reflexiona sobre una producción fílmica y literaria particular, liberando una perspectiva de la infancia, en distancia y cercanía con el punto de vista de filósofos y grandes teóricos y realizadores del cine. Niñas y niños son reconocidos por la autora como sujetos no solo con derechos, sino también como quienes nos dan señas, en su tramitación a través de la producción estética, de las operaciones culturales y sociales que los restringen en sus vidas y en su propia significación cultural.
Betina Keizman, Directora del Magíster en Literatura Latinoamericana, inició el conversatorio presentando el libro de Catalina Donoso. Una publicación de la Colección de Literatura y de Ediciones UAH. “Es un libro que estamos contentos de presentar porque constituye un aporte importante a la disciplina en el campo de los estudios de la literatura, culturales y visuales. También porque su tema y tratamiento adquirió una relevancia nueva y externa en el contexto actual de la pandemia y de los debates en relación a los cuidados de la comunidad”, fueron las palabras de la académica.
Además, explicó que es un libro que plantea preguntas fundamentales en torno a la definición de la infancia. Define cómo es un niño y cómo un niño se define así mismo.
Luego de las palabras de Betina, se mostró un vídeo de la artista visual y documentalista, Magdalena Carrasco, que incluye algunas tomas de películas que incluyó Catalina en su libro. Una pieza audiovisual que tenía una locución en off de la autora del libro. Posterior a esta presentación inició el conversatorio entre Olga Grau, profesora titular de la Universidad de Chile, y Lorena Herrera, Dramaturga y académica de la Universidad de Chile.
Olga Grau fue la primera en iniciar el diálogo y afirmó que No somos niños es un libro “provocador, contundente y rico en las exploraciones que la autora hace”. Además, realizó una breve reseña donde dijo que la publicación es “una productiva propuesta de Catalina Donoso y un tremendo aporte a las reflexiones sobre infancia, que la piensa en su condición perturbadora como desborde, como lugar insurrecto, como una tensión permanente con el mundo adulto. El lugar donde la adultez ejerce todas su operaciones de dominación, de institucionalización o de normalización”.
Minutos después, Lorena Herrera prosiguió la conversación afirmando que “la idea de infancia y de niñez son cosas distintas. La niñez es esta idea cronológica, de una cultura, que le permite a las personas, por cierto tiempo, comportarse de una manera determinada bajo la lógica de que alguien es un niño o una niña y esa persona puede hacer o no hacer una diversidad de cosas. En cambio, la infancia es una manera de existir que va más allá de lo cronológico, que tiene que ver con una rebelión muy occidental y muy neoliberal de entender, que implica entender el sentido de la vida, este sentido de que siempre vamos hacia algo que tiene un fin y ese fin nunca llega, la eterna felicidad del mundo adulto, que nunca llega”.
Finalmente, Catalina Donoso agradeció a todos los asistentes y respondió a las preguntas del público del evento virtual. Se refirió a la crisis de la infancia que vive nuestro país y afirmó que “cuando murió Lissete Villa, pensé bastante qué hago con esto, cómo incluyo esto que es la infancia encarnada y vulnerada de la manera más violenta y más extrema. Puedo recoger la importancia de que sigamos pensando y reconociendo a la infancia en todas sus multidimensionales”.
Finalmente, el encuentro terminó con la «canción para despertar a un negrito», que fue interpretada por la artista Agustina Vidal, un tema que eligió la autora que se relaciona con su infancia.