La encargada de dar las palabras en la inauguración fue la académica a cargo del proyecto, Macarena Céspedes, quien explicó que “esta celebración inaugural simboliza un hito en la historia de nuestro laboratorio, primero, porque estaremos ubicados en una nueva dependencia que cumple con las exigencias de infraestructura, aforo y tecnología que necesitamos para realizar nuestras investigaciones. Además, nos hemos cambiado de nombre. Es una modificación que permite visualizar la interdisciplinariedad bajo la que trabajamos, por eso se agregó lo de “Ciencias del Lenguaje”.
El Laboratorio se formó el año 2016 y se ha propuesto como misión ser un “espacio en donde se desarrolla investigación en el área de las Ciencias del Habla y del Lenguaje y quiere ser un aporte al desarrollo de la Lingüística en el Departamento de Lengua y Literatura”. Asimismo, se consolida como centro de interés para investigaciones en torno a las Ciencias del Habla y a la explicación del funcionamiento del sistema de sonidos del español general y chileno tomando datos del habla real. El enfoque que ha asumido es sociolingüístico, por lo que los resultados de las investigaciones pueden ser aplicados a temas como Lengua y Migración, enseñanza del español, didáctica de la oralidad, entre otros.
Actualmente la estructura humana del nuevo laboratorio consta de once personas: Dos asistentes de laboratorio, dos tesistas de fondecyt, un tesista doctoral, tres estudiantes de pregrado “pasantes” y dos investigadoras asociadas al laboratorio y la encargada Macarena Céspedes” (ver integrantes).
«Cabe destacar, que el laboratorio no solo se ha consolidado mediante la investigación y docencia que realizamos, sino que se ha transformado en una plataforma de difusión del área, bastante conocida tanto a nivel nacional como internacional”, cuenta Céspedes.
Igualmente, la académica afirma que este gran hito simboliza que están dejando atrás la etapa fundacional para iniciar una nueva era de consolidación. “El laboratorio nació en abril del 2016 (de ahí sacamos el 16 para la cuenta del Instagram: @labfon16), en ese momento solo nuestra exalumna Carolina Martínez se incorporó como ayudante de investigación y en este momento ya somos 11 miembros”, explica.
Por su parte, Carolina Martínez afirma que es “increíblemente emocionante la inauguración de las nuevas dependencias porque he visto cómo ha crecido el laboratorio en términos de miembros y equipos como también el proyecto. Pensar lo que era en 2016 cuando Macarena me invitó a participar y lo que es ahora es increíble ver todo lo que ha logrado y me genera mucho entusiasmo pensar que va a pasar con el laboratorio en el futuro«. Asimismo, Martínez dice que sin duda los más beneficiados serán los estudiantes, la sociedad y la investigación.
Sabina Canales es miembro activa del Laboratorio desde el 2021 por un Fondecyt, pero anteriormente trabajó su tesis de pregrado con Macarena Céspedes, lo que le permitió abrirse a este trabajo con la fonética. «En el laboratorio podemos hacer investigaciones y pensar las sociedades desde la lingüista. Ahora que tenemos un espacio más amplio, con más personas y más perspectivas hace mucho más enriquecedora la investigación. Sin duda, será un gran aporte a la universidad y especialmente a los estudiantes que tendrán un laboratorio en sus dependencias«.
Otro de los miembros es Matías Quevedo, asistente del laboratorio y encargado en los aspectos más técnicos como
la grabación, la información post grabación y la edición. Para él la inauguración del nuevo espacio es «sumamente significativo porque el espacio anterior nos reducía y limitaba las grabaciones, que es una de las acciones principales que realizamos, pero ahora con el lugar nuevo, los equipos nuevos y el espacio hay una acústica mucho mejor, más precisa y es más positivo el trabajo«.
Con el nuevo laboratorio el equipo podrá continuar trabajando en el proyecto de Fondecyt que trata sobre la silabificación y resilabificación del español y en dos estudios en el área de Lingüística y Salud. Además, planean pasar a ser un Programa y, más adelante, un Centro de Investigación.
«Para cumplir estas metas primero debemos posicionarnos con un mayor número de publicaciones científicas de primer nivel y con más integrantes de la planta académica de la universidad. Por lo mismo, a corto plazo queremos establecer una red interdisciplinaria dentro de nuestra casa de estudio», finaliza Céspedes.