La obra llevó al público en un viaje sensorial que exploró la vida de la icónica cantante Chavela Vargas, a través de la danza contemporánea. Con dos funciones a sala llena, el montaje logró transmitir la esencia de una artista que siempre luchó contra las normas y los estigmas sociales.
Por Aracelly Bravo Saavedra
El jueves 7 y viernes 8 de noviembre, la Sala Bellarmino de la Biblioteca de la Universidad Alberto Hurtado fue escenario del estreno de “La niña Isabel: vida y obra de Chavela Vargas”, a cargo de la Compañía de Danza UAH. La obra, dirigida por Matías Aravena, llevó al público en un viaje sensorial que exploró la vida de la icónica cantante Chavela Vargas, a través de la danza contemporánea. Con dos funciones a sala llena, el montaje logró transmitir la esencia de una artista que siempre luchó contra las normas y los estigmas sociales.
Las funciones lograron congregar a casi 60 personas cada noche, un éxito de convocatoria que dejó satisfechos tanto al elenco como a la comunidad universitaria. Melissa Astudillo, asistente del Programa de Arte y Cultura de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE), destacó la importancia de apoyar a la Compañía de Danza – y a las Compañías Artísticas de la UAH – en este tipo de proyectos: “Estamos súper contentos de recibir nuevamente a la Compañía de Danza con una pieza tan significativa. Este año ya se habían presentado con Flor Bestial en el primer semestre, y siempre logran sorprendernos con montajes innovadores. Por eso, también nos esforzamos en conseguir la Sala Bellarmino, que tiene las características perfectas para este tipo de narrativa”.
Melissa también recalcó que la obra no solo es un ejercicio de representación, sino una invitación a reflexionar sobre figuras históricas desde una mirada contemporánea. “Para nosotros es importante crear espacios que visibilicen la cultura y fomenten la reflexión crítica a través del arte“, comentó.
Chavela Vargas: una voz de resistencia que sigue inspirando
María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano, conocida como Chavela Vargas, fue mucho más que una cantante; fue una mujer que rompió las barreras de género y desafió las expectativas sociales de su época. Chavela, nacida en Costa Rica y radicada en México, fue abiertamente lesbiana en un momento donde esto implicaba un riesgo significativo. “Desde muy pequeño, sentí que le debía mucho a Chavela“, confesó Matías Aravena, director de la obra. “Me inspiró su forma de entender el arte, su valentía para vivir sin tapujos y su visión del amor y la muerte. Era una mujer que filosofaba con su vida, que desafiaba al patriarcado en plena década de los 30 en México“.
Esa historia de rebeldía y libertad es la que Matías quiso capturar en “La niña Isabel”, dando vida a la vulnerabilidad y fuerza de Chavela Vargas mediante una coreografía que desafió las expectativas tradicionales del escenario. “Nos enfocamos mucho en confiar en la corporalidad de cada uno de los intérpretes, en valorar lo que cada uno aporta“, comentó Matías sobre el proceso de creación. La obra se caracterizó por el uso creativo del espacio, que rompió con la idea fija de un público limitado al frente del escenario, invitando a una experiencia más cercana e inmersiva.
Una compañía comprometida con la creación colectiva
La Compañía de Danza UAH ha consolidado su espacio dentro de la universidad como un grupo artístico comprometido con la exploración de nuevas formas de expresión. Fundada hace tres años, la compañía se ha convertido en un espacio de creación abierta para toda la comunidad universitaria.
Cada año, las audiciones permiten a estudiantes de distintas carreras sumarse a esta experiencia artística. “Es un espacio seguro, donde todos estamos comprometidos con el otro en la escena“, puntualizó Matías. “Creemos que la danza es una forma de autodescubrimiento y eso es lo que buscamos compartir“.
El éxito del estreno de “La niña Isabel” marca el cierre de un año lleno de logros para la compañía, que ya está planificando sus proyectos para el próximo ciclo. Las audiciones para nuevos integrantes se realizarán a principios del 2025, con la promesa de seguir presentando obras que cuestionen, desafíen y conmuevan.