Por: Gabriel Monsalves Manríquez, Periodista de la unidad de Deporte y Vida Saludable
El Judo es denominado como un arte marcial y deporte de combate de origen japonés. Este término podría interpretarse como “Camino de la Flexibilidad”, influyendo en el desarrollo físico, mental y emocional de la persona a través de la práctica. El lugar donde se practica la disciplina recibe el nombre de Dojo, espacio que cuenta con colchonetas de 2 x 1 metros y unos 5 centímetros de grosor llamado “Tatami”, para no dañarse al caer. El objetivo principal del deporte es derribar al oponente utilizando la fuerza de este.
José Araya, estudiante de último año de la carrera de Antropología, señala los factores que incidieron en su acercamiento a este deporte: “Recuerdo perfectamente que fue durante el 2017. Un psicólogo me recomendó hacer deporte por una situación compleja que estaba pasando en aquel entonces (…) En vez de ir al gimnasio conocía a una persona que practicaba judo, el cual me invitó a conocer este mundo y comencé a practicar”.
Al respecto, Sebastián Orellana, jefe de la unidad de Deporte y Vida Saludable, añade que “como unidad de trabajo nos llena el alma contribuir a que seleccionadas y seleccionados puedan desenvolverse de la mejor forma posible dentro de sus disciplinas (…) Sabemos que muchas veces las y los deportistas de la universidad tienen conflictos, por ejemplo, para retirarse de sus clases o de las evaluaciones en los días de competencia. Es aquí cuando entramos nosotros, para hacerle la vida más fácil al deportista universitario, porque queremos que representen a la institución de la mejor forma posible y a un alto nivel, sin ver comprometido su desempeño académico”.
La disciplina por sobre la motivación
La motivación puede conocerse como el factor que inicia una acción o un proyecto específico. Esta puede ser emocional, psicológica o intrínseca; sin embargo, la disciplina es el motor que va más allá de este primer impulso, pues permite mantener el progreso, aun cuando el interés primario disminuya. “Lo primero que se debe trabajar es la disciplina de entrenar todos los días. Uno no puede confiarse de la motivación, porque no todos los días son buenos, pero hay que ir a practicar igual (…) Trabajar el físico, la técnica, la constancia es vital en este deporte, debido a que si uno va a un campeonato se puede ir eliminado en la primera pelea o puedes salir campeón. En el judo no hay grises ni términos medios”, comenta.
José Araya añade que en estos años de vida deportiva ha conseguido buenos resultados en torneos nacionales, alcanzando un lugar en el podio o incluso coronándose como ganador, algo que funciona como un incentivo permanente para él. En este camino, la mentalidad cumple un rol determinante en el éxito de un atleta, ya que una actitud optimista, resiliente y enfocada puede marcar la diferencia. “Cuando uno va a competir hay que tratar de estar lo más tranquilo posible. En mi caso, me da un poco de ansiedad previo al enfrentamiento, pero busco superarla con una mentalidad ganadora. Siempre voy a ganador, nunca pienso en la derrota, una vez en el Tatami suprimo ese sentimiento de nerviosismo”, enfatiza.
Entrenamiento y desafíos dentro del judo
El entrenamiento, en cualquier disciplina que se practique, resulta vital. Este proceso integral abarca el desarrollo físico, mental y táctico de todo atleta, preparándolos para enfrentar los desafíos de la competencia, maximizar el potencial y disfrutar de una experiencia mucho más enriquecedora y exitosa. Sobre este punto, el estudiante y judoca comparte su planificación: “Entreno cuatro o cinco días por semana y dedico dos días de entrenamiento físico, el que realizo en el gimnasio de la universidad (…) Es desafiante este deporte, porque exige bastante tiempo. Si uno quiere ganar hay que organizarse. Por ejemplo, en estos momentos me encuentro realizando mi tesis y posterior a esas tareas entreno. Mi vida gira entorno a esto y debo hacer sacrificios para alcanzar el mejor rendimiento, pero lo veo como una disciplina que ya es parte de mi vida y le doy la importancia que requiere”.
Pensando en el corto y largo plazo, José Araya cuenta que pretende llegar a competencias de alto nivel: “Aún estoy en edad, pero entiendo que llegar ahí me puede tomar algunos años. Sin embargo, me gustaría alguna vez competir a nivel sudamericano, como en los Panamericanos. Es algo que puedo lograr si sigo por esta ruta. Por lo pronto, el sábado 7 de octubre representaré a la Universidad Alberto Hurtado y busco ir por el oro. Posterior a eso participaré en la Copa de Japón, que se realiza en Viña del Mar”.
El retorno a la disciplina
Las cosas para este deportista no han sido siempre favorables. Hace aproximadamente 3 meses, José sufrió una luxación grado 2 en una rodilla. A pesar de este contratiempo, nunca paró de entrenar, pero se enfocó en mejorar la condición física del tren superior. “Tuve que hacer una recuperación con kinesiólogo y traumatólogo, además de sumar paciencia, porque uno se siente mal estando en reposo. Pero hallé la forma de seguir entrenando y superar la lesión. Aún no tengo campeonatos en el cuerpo, pero sí trabajo con sparring. Reconozco que tuve un poco de temor al momento de volver, pero es cosa de tiempo”, relata.
Pensando en aquellas personas que estén interesadas en recorrer este camino del deporte, y específicamente el del judo, José Araya comparte algunos tips: “Muchas veces las personas comentan que este tipo de deportes son muy violentos para ser practicados. Sin embargo es importante que primero se estudie sobre la teoría de la disciplina para después visitar algún Dojo que imparta clases, y así ir paso a paso. Al final esto es progresivo, no de un día para otro. Uno elige el camino que quiere tomar dentro del judo”.