Verónica Anguita, Comité de Ética Universidad Alberto Hurtado.
Fue doloroso, ¡qué duda cabe! Pero era su decisión. Pero ¿cómo supimos si él estaba inconsciente?
Lo habíamos conversado muchas veces y además él lo había dejado escrito en una especie de testamento de su vida. Este documento no tiene ninguna validez legal en Chile, lo sabemos, pero sí tiene un enorme peso para todos los familiares y también para los equipos de salud.
El dicho “cada uno sabe dónde le aprieta el zapato” también se ajusta a la realidad de la toma de decisiones clínicas. Si uno no puede decidir porque está incapacitado para hacerlo, serán sus familiares quienes decidirán por uno. ¿Sabe mi familia cuáles son los valores que para mí son importantes con relación a mi idea de bien?
En Chile se habla poco o nada de la muerte, pero sin duda mucho menos que eso, de mi muerte. Si yo me encuentro capacitado para decidir, es decir, estoy consciente, atento, cognitivamente bien y soy mayor de edad, me van a preguntar qué acepto y qué no. El problema es que al final de la vida, no muchos tienen la suerte de encontrarse con ese nivel de competencia. Y si yo no puedo manifestar mi voluntad, habrá otros que lo harán por mí con la mejor intención, pero ¿será realmente lo que yo hubiera deseado?
Verónica Anguita, Comité de Ética Universidad Alberto Hurtado
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