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Fuente: La Tercera En Chile, la conmemoración del Día Internacional de la Mujer estará enmarcada en un año signado por la renovación de las autoridades presidencial y parlamentaria. En este […]
Fuente: La Tercera
En Chile, la conmemoración del Día Internacional de la Mujer estará enmarcada en un año signado por la renovación de las autoridades presidencial y parlamentaria.
En este contexto amerita cuestionarse sobre los principales obstáculos que enfrentan las mujeres para participar plenamente y en igualdad de condiciones de la vida política.
En Chile, a diciembre de 2024, la Cámara de Diputados y Diputadas se integra en un 35,5 % por diputadas y el Senado por un 26% de senadoras. Este resultado se da a pesar de la ley de cuotas que rige desde las elecciones de 2017 y que determina que ningún sexo puede superar el 60% de las candidaturas en una lista. El escenario se presenta aún más complejo tras los comicios regionales y municipales recién pasados, en los que no existe ningún tipo de cuota y los resultados fueron magros en representación de mujeres. De hecho, ninguna mujer fue electa como gobernadora regional y las mujeres encabezan solo un 16,2 % de las municipalidades, es decir un 0,9 menos que en las elecciones de 2021. Las consejeras regionales, por su parte, alcanzan sobre un 32,5 % y las concejalas municipales representan un 33,4 %. Como se observa, a nivel de autoridades electas, si bien hemos avanzado en los últimos años en levantar las barreras de participación política, estamos muy lejos de alcanzar la paridad o el equilibrio de género.
En el caso de las autoridades designadas por otros órganos el panorama es más alentador. Por ejemplo, hoy la integración de la Corte Suprema y el Tribunal Constitucional es casi paritaria y también es el caso de las secretarías de Estado.
Como sabemos, la subrepresentación política de las mujeres no se relaciona con la falta de capacidad, mérito o talento. Tampoco con la falta de interés. Sino en la existencia de obstáculos políticos, sociales, culturales y económicos que han dificultado que las mujeres puedan participar más activamente en política y en las elecciones.
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