Bajo el concepto “Navidad con Sentido UAH”, trabajadores/as de distintos estamentos de la Universidad Alberto Hurtado se reunieron el viernes 13 de diciembre para ofrecer un desayuno diferente a las personas mayores que el Hogar de Cristo atiende a través de dos programas: la Hospedería de Mujeres y la Casa de Acogida Josse Van de Rest. Luego de recibir el saludo del rector Cristián del Campo SJ, el grupo conformado por académicos/as y administrativos/as de la Universidad Alberto Hurtado llegó hasta el Santuario del Padre Hurtado en Estación Central con todo lo necesario para compartir la mesa con quienes han encontrado aquí un espacio digno para vivir.
Ignacio Tapia, del área de voluntariado del Hogar de Cristo, expresó su gratitud hacia quienes aceptaron el llamado de la Dirección de Personas y de la Dirección de Comunidad Universitaria de la UAH: “Nos llena de felicidad que puedan conocer de cerca la labor que realizamos día a día con amor y pasión por el prójimo. En estos 80 años que cumplimos recientemente, reafirmamos el objetivo que compartimos con ustedes: continuar con el legado del Padre Hurtado, quien nos enseñó que la educación es clave para superar la pobreza y alcanzar una vida más digna y justa para todos”.
Además, dejó extendida la invitación a toda la comunidad universitaria para conocer de cerca las otras líneas de trabajo del Hogar de Cristo, como la atención a personas en situación de calle, la reinserción educativa y el servicio de jardines infantiles. “Espero que juntas y juntos sigamos construyendo un país donde nadie quede fuera, en el que continuemos haciendo el bien”, puntualizó Ignacio Tapia.
Al respecto, Cristóbal Madero SJ, vicerrector de Integración de la UAH, precisó que “vincularnos con las otras obras de la Compañía de Jesús a través de actividades como esta nos ayuda a fortalecer nuestra identidad, al rescatar aquellos valores comunes que compartimos”.
Para darle un toque navideño a esta visita, estudiantes del Instituto de Música de la UAH interpretaron villancicos para amenizar esta mañana diferente, que logró conectar a las y los participantes con el verdadero sentido de esta celebración.
Compartir: el mejor regalo en Navidad
Esta actividad, que logró convocar a cerca de 40 personas trabajadoras de la UAH de distintos estamentos, fue muy valorada por quienes participaron.
Alfredo Blanco, director de Operaciones de la UAH, compartió con las residentes de la Hospedería de Mujeres. Para él, esta visita fue muy significativa, ya que fue muy gratificante ver el compromiso de nuevas generaciones de trabajadores: “Fue un momento muy lindo, que nos permitió dar un poquito de lo que la vida nos ha regalado y devolver la mano compartiendo una taza de té con quien necesita compañía o una palabra de aliento. Los gestos simples llenan el corazón, tanto de quien da como de quien recibe, y espero que estas actividades se sigan promoviendo, porque se valoran”.
A sus palabras se suman las de Alina Morales, coordinadora de Cooperación Internacional, a quien le tocó acompañar a adultos mayores en la Casa de Acogida Josse Van de Rest. “A veces, los momentos más significativos llegan cuando menos los esperas. Hacer una pausa en el trabajo diario para llevar junto a colegas de la UAH un poco de alegría a personas menos privilegiadas fue el propósito que con entusiasmo nos convocó en esta época que nos llama a la solidaridad. Compartimos un rico desayuno, música, canciones, sonrisas, historias de vida. Pero fue inevitable sentir el corazón un poquito apretado. Definitivamente, el mayor regalo es el que nos llevamos nosotros al conocer a personas que, con sus enseñanzas y sinceros agradecimientos, nos dejan su huella”, relató.
En tanto, para Michelle Azuaje-Pirela, coordinadora del Doctorado en Derecho, se trató de una actividad enriquecedora, pero también llena de contrastes. “Conversé con una persona que hace cinco años no recibe visitas, pero que tiene hijos, nietos y bisnietos. Me cuesta creer que estando tan cerca no vayan a verlo, aunque sea de vez en cuando. Para mí, que perdí a mi padre y a mis dos abuelos, fue doloroso escuchar ese relato, sobre todo porque yo no puedo viajar a mi país natal a ver a la familia que me queda. Sin embargo, a pesar de esa contradicción, fue muy grato hablar con él. Yo vivo hace 10 años en Chile y, a través de sus historias, pude conocer una parte de este país que no conocía. Lloramos, pero también nos reímos, y espero tener la oportunidad de regresar al hogar para verlo nuevamente”.
A modo de conclusión, Constanza Iriarte, periodista de la Dirección de Comunicaciones y Extensión, rescató el real sentido de esta fecha: “El mejor regalo que pudimos ofrecerles fue tener una conversación amena, para que las personas mayores que son acogidas por el Hogar de Cristo se sintieran regaloneadas. Para ellas y ellos, recibir visitas es lo principal, sobre todo en esta fecha donde todas y todos necesitamos más compañía”.
Fotos: Gentileza Hogar de Cristo