La velada incluyó destacadas y virtuosas interpretaciones de Antonia Sánchez en oboe, Raúl Orellana en violín, y Cristián Gutiérrez, director del ensamble La Consonancia y de la carrera de Interpretación Superior en Música Antigua del IMUAH, en el laúd.
Por su parte, Gonzalo Cuadra, una de las voces más destacadas en el ámbito de la música antigua en Chile, entregó interpretaciones de gran intensidad y musicalidad en cada una de sus arias, acompañado por Felipe Arias en el clavecín, Luciano Taulis en la viola da gamba, Pablo Seguel en el contrabajo y Pablo Campos en la viola, junto con los violinistas Fabiola Paulsen y Álvaro Carreño.
La directora del IMUAH, Daniela Fugellie, doctora en Musicología por la Universidad de las Artes de Berlín, dio las palabras iniciales y agradeció la presencia de Gracia Tomic, nieta de Sylvia Soublette, fundadora del Instituto de Música de Santiago en 1991 y predecesor del IMUAH.
El concierto fue aplaudido por las casi 200 personas que se dieron cita la tarde del martes. El rector Cristián del Campo SJ aseguró que “la música tiene la magia de darnos alegría, salir más felices. Eso es muy místico”, destacando la capacidad del arte, en particular de la música, para tocar la sensibilidad de las personas.
“Pudimos disfrutar de un programa difícil que veníamos trabajando hace rato. Teníamos una especie de carga sobre nosotros, de poder apreciar cómo sonaba como una ilación de principio a fin. Los músicos estuvieron maravillosos, lo que permitió que el concierto mantuviera su energía y su fuerza, que es como entendemos la música de Antonio Vivaldi, llena de pasión y entrega”, sostuvo Cristián Gutiérrez.
La calidad del espectáculo no pasó desapercibida para los asistentes, quienes valoraron no solo la excelencia técnica, sino también la atmósfera única del evento.
“Creo que es un privilegio y un honor haber presenciado este concierto. A mí la música barroca me llega al alma y trasciende todo; hace que uno eleve un poco el espíritu, que nos hace tanta falta”, señaló Ximena Olivares.
A su vez, Cristián Romero Fernández subrayó la importancia de espacios culturales como este: “Estuvo todo increíble, la iluminación, el sonido, ver que entre los asistentes había todo tipo de personas. La calidad del espectáculo fue a otro nivel, la interpretación de los músicos, la intensidad con la que el tenor transmitía el sentimiento de la obra. Fue una experiencia conmovedora que logró sacarme de la rutina y una instancia imperdible porque además es abierta y gratuita”.
Así, “Rosso Furioso” no solo rindió homenaje a uno de los grandes maestros del barroco, sino que también permitió experimentar la vigencia y profundidad de la música antigua en pleno siglo XXI. El próximo concierto de la XVII Temporada será “Antología de la canción de arte chilena”, que tendrá lugar el martes 8 de octubre, a las 19:00 horas, en el Auditorio Manuel Larraín.