Cristián del Campo SJ: “Es erróneo atribuir un menor estatuto teológico o dogmático a los asuntos sociales y políticos”

Fuente: El Mercurio

Señor director:

A propósito del mensaje de monseñor Chomalí en el reciente Tedeum Ecuménico, Carlos Peña, en su columna del domingo pasado, distingue temas de interés público que para un católico pueden ser opinables de los que no admitirían disenso.

Considero que es erróneo atribuir un menor estatuto teológico o dogmático a los asuntos sociales y políticos. La enseñanza católica en estos temas —como el ejemplo sobre la migración mencionado por Carlos Peña— tiene un peso magisterial indudable. Desde los primeros siglos de existencia, el cristianismo se fue conformando por una tradición teológica, apoyado en el testimonio sistemático de las Escrituras, en pos de la protección de las personas socialmente vulnerables. Para la Iglesia Católica, la defensa del principio de la dignidad inalienable de todo ser humano se juega también en las mediaciones e interacciones sociales y políticas.

Por otra parte, en la complejidad inherente a la discusión pública, no resulta sencillo determinar cuáles son los temas del debate público sobre los que los católicos debiéramos tener una única opinión, discerniendo así quiénes calificarían como verdaderos católicos. Buscar que la confesión de fe de un cristiano sea clara y sin medias tintas, que abrace la cruz, camina muy de cerca de la clasificación de puros e impuros, de justos y pecadores que Jesús tanto rechazó.