Mauricio Araneda: “Las herramientas tecnológicas deben contar con una gobernanza de la IA basada en la ética”
Un ejemplo es Metasports: “IA para el reconocimiento del talento deportivo desde Arica y Parinacota para el mundo”, proyecto financiado por el GORE de Arica y Parinacota y ejecutado por la UAH. Se trata de una app vanguardista en el campo del scouting deportivo, basada en Computer Vision y Machine Learning que reconoce patrones técnicos destacables en la práctica del fútbol de niños, niñas y adolescentes de sectores más vulnerables, uniendo así tecnología con innovación social, promoviendo no sólo el fútbol profesional, sino también recreación, deporte en general y bienestar de los niños, niñas y jóvenes, contribuyendo así a una sociedad más saludable y activa.
Fuente: Cooperativa
En marzo de este año, la Asamblea General de la ONU adoptó lo que denominó “una resolución histórica sobre la inteligencia artificial (IA)”, instando a los Estados miembros a promover sistemas de IA “seguros y fiables”. En el documento, firmado por más de 120 países, se reconoce el potencial que tiene la IA para acelerar y permitir el progreso hacia la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU, pero pone énfasis también en el respeto, la protección y la promoción de los derechos humanos en el diseño, desarrollo, despliegue y uso de la IA.
La trayectoria del uso de la IA no ha estado exenta de escándalos como lo han sido los casos de filtraciones o robo de datos personales sin consentimiento que han involucrado, por ejemplo, a Cambridge Analytics y Facebook (2018) y a OpenAI (2023). Y la sorprendente evolución de esta tecnología, que ha dado un salto tremendo con el surgimiento de la IA Generativa (IAG), sobre todo desde el estreno del Chat GPT (2022) que en su primera semana de vida atrajo a más de 1 millón de usuarios, ha puesto en máxima alerta a las naciones. Experiencias como la del columnista de Tecnología del periódico estadounidense The New York Times Kevin Roose remecieron, al mundo al publicar una conversación que sostuvo con un chatbot que tituló “Conversation With Bing’s Chatbot Left Me Deeply Unsettled”. Los riesgos de sesgos ideológicos o raciales están a la orden del día en las redes sociales que usan algoritmos personalizados, creando las llamadas “cámaras de eco”, donde las y los usuarios sólo ven información que refuerza sus propias creencias; difusión de perfiles falsos para denostar o propagación de noticias falsas son parte de las preocupaciones. Y, por supuesto, tal como ha sucedido con las anteriores revoluciones tecnológicas, el mundo del trabajo está cambiando con la automatización de funciones, pero esta vez, en ámbitos tan asombrosos como la Educación, Medicina, Geofísica, reclutamiento de personal y chatbots con interacciones más humanas y personalizadas en el campo del servicio al cliente y soporte técnico.