Fuente: Centro Interdisciplinar de Políticas Públicas
El director académico del CiPP y decano de la Facultad de Economía y Negocios UAH, Eduardo Saavedra, comentó que si bien el congelamiento tarifario fue una medida para paliar los efectos de la crisis social y la pandemia del COVID-19, su extensión por cinco años contribuyó al aumento de la deuda con las empresas generadoras. Asimismo, expresó su preocupación por el impacto que tendrá el alza en la inflación y en el bolsillo de las familias chilenas, especialmente en los sectores más vulnerables. En este sentido, destacó la importancia del subsidio focalizado anunciado por el gobierno, enfatizando en la necesidad de transparentar los precios y costos reales del consumo eléctrico.
—¿Cuál es su reflexión sobre el impacto que tendrá la estabilización de las tarifas de la energía eléctrica?
El congelamiento de la tarifa eléctrica fue una medida de corto plazo que se mantuvo más tiempo del que correspondía. En este momento, los costos son más altos y la ecuación es muy simple: lo paga el Estado con un subsidio, lo pagan los usuarios pagando el costo o lo pagan las empresas, pero tendría como consecuencia una menor inversión en el sector, porque nadie invierte si vas a perder dinero. Si esto se mantiene congelado, o se mantiene bajo el costo completo, las empresas van a invertir menos de lo necesario para la calidad del servicio que uno espera. Por un lado no queremos que se corte la energía eléctrica cuando hay viento, cuando hay lluvia, nos ponemos exigentes por eso. Por lo mismo, la primera gran mirada es que alguien tiene que pagar. No podemos seguir atrasados con los precios de la energía eléctrica y, estoy convencido, lo deben pagar los usuarios. El Gobierno se compromete a realizarlo de manera pausada, de modo de llegar en algún momento al costo total, y asimismo, se comprometió a aumentar el subsidio a los hogares más vulnerables. Con todo, vienen consecuencias económicas.
—¿Y cuál será ese impacto a nivel macroeconómico?
El Banco Central dice que tendremos consecuencias en la inflación. Por otro lado, también dicen que no lo previeron, y a mí me parece que falla el Banco Central porque el proyecto de ley se estuvo discutiendo largamente en el Congreso. Me parece claro que si el Banco Central desconoce lo que se está discutiendo en el Congreso no estaría haciendo bien su trabajo en el control de la inflación. La explicación de que esto los habría tomado por sorpresa es una mala explicación, mejor hubieran dicho no nos dimos cuenta que esto iba a tener impacto o no nos percatamos del proyecto de ley. De todas formas, el congelamiento de precios de la electricidad tendrá consecuencias de inflación y el Banco Central ya las calculó. Si alguien dijera que no tiene consecuencias macroeconómicas, está equivocado: las va a tener.
—¿Podría explicar cómo la deuda con las generadoras eléctricas tendrá un efecto en la inflación?
Toda tarifa que fue congelada en su momento tiene una consecuencia de desinflación. Es decir, si congelaste la tarifa, los precios no subieron lo que tenían que haber subido, y por lo tanto, solo por ese efecto bajó la inflación. Ahora la inflación tiene que retomar su camino. Te diría que la buena noticia es que se sinceró que el congelamiento de precios tiene consecuencias a nivel macroeconómico, como la inflación, pero también a nivel de decisión de los consumidores. Mucha gente pensó que la energía eléctrica estaba barata y cambiaron estufas eléctricas por estufas a gas. Fueron las mismas empresas las que convencieron a los consumidores que tuvieran aire acondicionado y mucho artefacto eléctrico. Lamentablemente, hoy día vamos a pagar lo que realmente cuesta la energía eléctrica.
—¿Qué le parecen las declaraciones del ministro de Energía, Diego Pardow, comentando que el Banco Central debió reconocer previamente lo que iba a suceder con la estabilidad de precios a partir de los proyectos de ley que congelaron las tarifas?
El ministro tiene razón en cuanto a que el congelamiento de tarifas ayudaba al control de la inflación, pero se trata de una decisión transitoria. El Banco Central tiene que hacer su trabajo, así como el ministro de Energía tiene que hacer el suyo. No es obligación del Banco Central llamar la atención cuando una política va a reducir la inflación, pero no puede sentirse sorprendido el ente emisor por la decisión actual. Este proyecto de ley existía, y si el Banco Central desconocía que había un proyecto de ley que podía impactar a la inflación, entonces alguien del Banco Central falló. A lo mejor esa persona es la que tendría que dar una explicación. Cada uno tiene que ser responsable de lo que hace. Así como sucedió con el accidente del tren en San Bernardo. No podemos decir yo pensé que el otro iba a frenar. No hay que suponer tanto, hay que hacer la pega. Pasa mucho en política pública. La gente está acostumbrada a mirar para el lado, a ver quién se equivoca y no reconocer que no hizo su propio trabajo.