¿Qué pasa cuando el arte y el deporte se unen con la solidaridad? Lo único posible es una fiesta de buenas voluntades. Eso ocurrió con Francisca Lizana, Juan Pablo Bascuñán y Ángela Sepúlveda, de Pedagogía en Artes Visuales; Daniela Caniumil, de Derecho; y Lisandro Figueroa de Gestión de Información, Bibliotecología y Archivística, que crearon la Escuela Popular Artística Rosario Moraga, un proyecto que se ganó el apoyo de Incuba UAH y que organiza múltiples actividades para prevenir el consumo de drogas, alcohol y la delincuencia en niñas, niños y adolescentes.
Según el Ministerio de Educación, “uno de cada tres estudiantes” entre 8° básico y 4° medio ha consumido marihuana el último año y Chile es el primer país de toda América en consumo en población escolar (con un 30,9%); de ahí que todas las iniciativas que previenen este flagelo infantil son apoyadas.
Así lo entiende la creadora de esta Escuela, Ángela Sepúlveda, estudiante de quinto año de Pedagogía en Artes Visuales de la UAH que tuvo la idea de crear este espacio seguro donde, a través del aprendizaje de diversas técnicas artísticas, se contribuya a dar sentido de pertenencia e identidad a niños, niñas y adolescentes.
“Este proyecto comprende al arte como una herramienta transformadora que entrega oportunidades y permite mediar en los espacios sociales, establecer relaciones y conocer e impactar socialmente”, explica Sepúlveda.
La Escuela Popular Rosario Moraga lleva el nombre de la mamá de los fundadores del club Colo Colo, una figura fundamental dentro de la historia de la institución como ser la primera socia fundadora que abrió las puertas de su casa para transformarla en la primera sede del club y que se encargó, junto a sus amigas costureras, de confeccionar los primeros uniformes del equipo: “Creemos firmemente que su figura debe permanecer viva y en la memoria de cada colocolino y colocolina, como una mujer valiente, fuerte y grande”, cuenta Ángela.
—¿Y ustedes son todos colocolinos?
Ángela Sepúlveda: Todos somos colocolinos antes que chilenos o chilenas. Nuestra vida gira en torno al club de nuestros amores, el club del pueblo y de cada trabajador y trabajadora del país.
—¿Qué significa ser hincha de Colo Colo en Chile?
Francisca Lizana: Ser hincha de Colo Colo es algo que difícilmente tiene explicación. Es más que una religión: son valores que llevamos en nuestro día a día y va mucho más allá de simplemente apoyar o llevar la camiseta del equipo más grande e importante del país. Si bien es el equipo más galardonado, el más popular y el que mayor repercusión mediática tiene, también es un club social, un espacio de reunión donde se pueden realizar actividades deportivas, culturales, lúdicas o de ocio que permiten establecer lazos familiares, de amistad y sociales. Gracias al club muchos de nosotros hemos mantenido unida a nuestra familia; hemos formado grandes amistades; hemos levantado significativos proyectos; hemos tenido las más grandes penas y alegrías de nuestras vidas. Constituye un lugar de refugio y nos permite tener un sentido de pertenencia que ninguna otra institución cívica tiene en nuestro país.
Todos estos valores los mueve a proyectar desde la UAH las ganas de ayudar y convocar a más personas para que participen en la implementación de talleres. De hecho, el pasado 22 de julio fueron invitados a realizar un taller de arte en El Bosque y también fueron contactados desde el área social del club para participar con otro taller que se realizará en el Estadio Monumental el próximo 27 de agosto.
—¿Qué talleres tienen pensado implementar?
Ángela Sepúlveda: Aún están en coordinación porque vamos a realizar una instancia de participación con los niños, niñas y adolescentes donde tomemos comentarios sobre qué técnicas artísticas les gustaría aprender. Sin embargo, tenemos algunas opciones: pintura y experimentación, dibujo e ilustración, stencil, fanzine, escritura creativa y experimentación fotocromática.
—¿Cómo reciben este proyecto las infancias?
Francisca Lizana: Es fuerte y gratificante lo que se vive en estas primeras actividades, comenzando por la recepción que tuvo en la comunidad colocolina nuestro proyecto. Es emocionante ver cómo las infancias se identifican desde sus primeros años con el club y cómo los padres o cuidadores significativos traspasan a las nuevas generaciones lo que significa Colo Colo. También es hermoso ver el ambiente familiar que se genera entre personas que algunas veces lo único que tienen en común es el gran amor por este club. Emociona ver cómo se motivan a participar y presenciar entusiasmo, hermandad, compromiso y solidaridad que hay para con las actividades organizadas por miembros del club. Nos entusiasma y llena el corazón ver cómo la pedagogía y el arte pueden ser parte de esto, de seguir orgullosamente formando y haciendo crecer el Club Social y Deportivo Colo Colo.
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