Alumni UAH, conversó con Christian Viera Álvarez, Constituyente electo por el Distrito 17, egresado del Magister en Estudios Filosóficos, 2008.
¿Cómo fue el proceso de campaña, en relación, a tu postulación como Constituyente y qué sentiste una vez supiste los resultados?
El proceso de campaña es complejo, yo no había tenido, jamás, una experiencia de política contingente, soy académico, por lo que me es un mundo desconocido… a eso se une un nivel de exposición pública a la cual no estaba acostumbrado, dado el perfil que tenemos en la Universidad, que es más bien de reposo, de calma y de menos exposición, se hizo complejo. Sin embargo, llego a ese espacio porque me dedico al derecho constitucional. Desde antes del Doctorado, ya venía trabajando los tópicos que es la conexión entre el Derecho y la Filosofía, lo que se traduce en una filosofía política que es el Derecho Constitucional. Por lo mismo, asumí este desafío como una posibilidad de poder aportar y servir al país desde esa formación.
Cuando salí electo, la emoción fue enorme y en estos momentos, mi actual disposición anímica es de un entusiasmo muy esperanzador por lo que viene, y lo que podemos hacer para el país.
En relación a tus propuestas ¿cómo esperas, desde ahí, aportar a este nuevo proceso constitucional?
La discusión constitucional será una discusión colectiva, lo que se debe hacer es defender propuestas y presentarlas a la deliberación entre todas y todos, desde esa perspectiva, si bien el problema constitucional chileno es muy complejo, tiene múltiples dimensiones, yo las he reducido a cuatro.
Primero, superar la formula del Estado subsidiario, que supone una mercantilización de todos nuestros espacios de convivencia, para dar espacio a un Estado social democrático de Derecho, lo cual implica, principalmente, derechos sociales, donde su provisión no dependa de la capacidad de pago de nuestros compatriotas.
Un segundo punto, muy relevante y mirando la experiencia del constitucionalismo latinoamericano, se traduce en generar una constitución con una dimensión eco-social, impactada con esta formula del buen vivir, que parte desde la cosmovisión de los pueblos originarios de América Latina.
En tercer lugar, una Constitución construida con perspectiva de género, eso supone una clausula de igualdad real, igualdad material, igualdad sustantiva muy potente, principalmente, de preocupación por los grupos menos aventajados, entre los cuales, por su puesto, se ubican las mujeres. Una clausula de igualdad real, permitirá avanzar en aquellas dimensiones donde los grupos desaventajados se encuentran en condiciones opresivas.
Por último, no bastan los Derechos o declaraciones de principios, es necesario intervenir la sala de máquinas, que es la idea de un jurista argentino, Roberto Gargarella, la cual se pregunta dónde se distribuye el poder. Desde esa perspectiva, la distribución del poder esperaría un mayor equilibrio entre los diferentes órganos del Estado, con eficaces mecanismos de representatividad desde los territorios.
¿Qué hiciste cuando egresaste de la UAH?
Antes de estudiar el Magister, trabajaba como Jefe de carrera en una Escuela de Derecho en Viña del Mar, al terminar mis estudios, continué con ese trabajo. Sin embargo, terminando el 2008, fui a estudiar un Doctorado en Derecho a la Universidad de Deusto, en España.
¿Qué recuerdas de tu paso por la UAH?
De la UAH destaco, primero, la calidad de los profesores, partiendo por mi Director de tesis Diego García. Los cursos, si bien exigentes, abordaban materias que me significaron una apertura disciplinar permanente. Lo otro, me tocó conocer y compartir con un grupo humano de compañeras y compañeros de quienes guardo el mejor recuerdo, por la fraternidad y solidaridad para enfrentar los desafíos colectivos. Tome en consideración que la totalidad trabajábamos, las clases eran vespertinas, por lo que requería mucha colaboración. Finalmente, esos estudios de filosofía me permitieron conectar muy bien con mi tesis doctoral dado que el problema constitucional chileno no sólo era normativo sino que principalmente político. Las herramientas que me dieron desde la filosofía me han sido muy útiles hasta el día de hoy.
¿Qué herramientas adquiriste en la UAH para enfrentar hoy tu posición como Constituyente del Distrito 17?
Los estudios de filosofía, que fueron, principalmente, de filosofía contemporánea me permitieron conectar el Derecho, en especial el Derecho Constitucional, con la filosofía. Tengo la intuición que el Derecho Constitucional se nutre de una vertiente de la filosofía práctica y el haber estudiado autores, corrientes y metodologías, me permitieron comprender, de mejor manera, el fenómeno constitucional.
¿Cómo te proyectas en unos 5 años más?
Yo soy profesor universitario, por lo tanto, en 5 años más me proyecto siendo un profesor de Derecho Constitucional, Teoría Política, trabajando en la formación de futuros y futuras abogadas, pudiendo dirigir tesis doctorales, al servicio de mis estudiantes y de la gente, lo que fue el proceso constitucional chileno.