Fuente: Latercera.com
El debate acerca de la incorporación de jurados en el sistema chileno ha sido abundante en las últimas semanas, a partir de las propuestas surgidas en el marco de las campañas presidenciales, por lo que no resulta fácil hacer aportes novedosos que enriquezcan la discusión. Sin embargo, dada la relevancia del tema, es importante seguir visitándolo una y otra vez.
A esta altura, parecen existir algunos consensos, entre otros, que este debate no puede ni debe impedir el desarrollo en paralelo de otras políticas públicas indispensables y urgentes, como son la reforma al proceso civil, el sistema de ejecución de penas y el abordaje técnico y eficaz de los evidentes bolsones de impunidad que subsisten, entre muchos otros.
Por otro lado, el debate también ha permitido ir despejando ciertas nociones erróneas, como eran la suposición de que los sistemas con jurados o con participación ciudadana eran una minoría dentro del sistema procesal continental y latinoamericano, que en Chile no existía una tradición jurídica que lo permitiera avalar, o que es una reforma inabordable. En relación a esto último, sin duda es relevante tener presente que en la gran mayoría de los países, el jurado solo es utilizado en un número muy pequeño de casos, atendida la especial gravedad o relevancia de éstos, y que también es posible pensar en sistemas mixtos, muy comunes en Europa continental, que se componen de un panel de jueces profesionales y jueces legos o ciudadanos…
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